Red Hot Chili Peppers: I»m With You

Soy partidario de la evolución de los grupos, porque repetirse (y más cuando llevas casi treinta años en esto) es un error. Así lo hicieron, llevando a otro nivel sus discos de los 80 a primeros de la siguiente década con ‘Blood Sugar Sex Magik’. Tras la marcha de John Frusciante, fueron criticados en parte por el sonido más agresivo y experimental de ‘One Hote Minute’, debido sobre todo a las guitarras que grabó Dave Navarro; pienso que es un disco injustamente infravalorado, sobre todo porque tras la vuelta de Frusciante exigió que cayera en el olvido de cara a los directos, sin tocar ninguno de sus temas. ‘Californication’ era más accesible y comercial, pero seguían manteniendo su esencia, y era un gran trabajo. Con ‘By The Way’ empezaron a flojear, y ‘Stadium Arcadium’ para mí fue una decepción muy grande, más aún teniendo en cuenta que rescato pocos temas de un disco doble, y llegando a costarme creer que era el mismo grupo que había grabado los discos anteriores.

Una vuelta al pasado es imposible a estas alturas, y las únicas señas de identidad que siguen aquí son las del característico bajo de Flea (que lleva el peso en las canciones más destacadas), y la voz de Kiedis, que no está tan inspirada como cabría esperar. Vuelven a salvarse algunos temas para su inclusión en directo, igual que ha ocurrido en sus dos trabajos anteriores, pero la frescura del pasado que había desaparecido por completo la recuperan en algún destello. A pesar de algunas buenas maneras, le falta pegada y energía en algunos casos, y Josh Klinghoffer muchas veces parece una mera comparsa si le comparamos con el guitarrista que sustituye. Vamos, que la división de opiniones va a continuar de la misma manera que en los últimos años del grupo.

‘Monarchy of Roses’ tiene un ritmo bailable y pegadizo, que también podemos encontrar en ‘Dance, Dance, Dance’ (el título lo dice todo); una abre el disco, y la otra lo cierra. En realidad lo de pegadizo es algo que siempre se le ha dado bien al grupo, y lo demuestran en ‘Factory Of Faith’ (con un final que parece sacado del ‘Pop’ de U2), ‘Look Around’ (tiene toda la pinta de single, y se autoplagian en una parte sacada de ‘By The Way’), y ‘Ethiopia’. Otros momentos destacados se encuentran en «Brendan»s Death Song’, donde un comienzo acústico va derivando hacia un tema con ritmo in-crescendo con  subidón final, y ‘Goodbye Hooray’, para mí el mejor tema y el que puede recordar en algo a sus tiempos algo más alocados.

‘Did I Let You Know’ con sus trompetas de fondo, la inclasificable ‘Even You Brutus’ o ‘Happiness Loves Company’ y ‘Police Station’ con piano de acompañamiento, se muestran como los cortes más experimentales. Si es que uno se da cuenta que hasta el primer single, ‘The Adventures of Rain Dance Maggie’, resulta ser de las canciones más flojas y sosas. Junto a ella, ‘Meet Me At The Corner’ y ‘Annie Wants A Baby’ se pueden apreciar como relleno innecesario, de esas canciones que tras un par de escuchas no te apetece volver a reproducirlas.

Superan su anterior disco… cosa que no era difícil, y este «I»m With You» gana con las escuchas. RED HOT CHILI PEPPERS ha cambiado bastante en los últimos años, y en muchas ocasiones se alejan del rock para rozar melodías pop. Lo que no cambia en ellos es que seguirán llenando allá donde vayan; incluidas las dos fechas que tienen en nuestro país el mes de Diciembre… pero donde un gran sector de su público no será el mismo que los veía con tan buenos ojos hace diez años (o más). ¿Lo mejor del asunto? Que habiéndose olvidado del nombrado ‘One Hote Minute’ por exigencias de Frusciante, se atrevan a recuperarlo para tocar algún tema en directo, aunque viendo lo poco que se acuerdan de su pasado, poca esperanza queda.