Va a ser imposible que los Quireboys repitan esa maravilla llamada A BIT OF WHAT YOU FANCY, pero después de su reunificación han dejado el pabellón alto con discos más que interesantes. Probablemente desde su segunda obra no parían un disco tan redondo como este. Y es que la voz de Spike sigue elevando el producto a la categoría de joya con  composiciones que con otra voz simplemente diríamos que son correctas o pegadizas.

No nos engañemos pues mis palabras no menosprecian el apartado musical del grupo, pero no deja de ser un Rock and Roll básico, con deje de los Faces, una base de Rolling Stones y un barnizado de los Guns And Roses que les hace irresistibles a más no poder.

Estamos ante un trabajo bastante superior a THIS IS ROCK AND ROLL o WELL OILED y con temas como “Mona Lisa Smiled” o “I Love this Dirty Town” con los que uno ya se hace a la idea de que van a ser megaclásicos. La primera es un medio tiempo irresistible y la segunda va apoyada con coros femeninos, todo un homenaje a su Newcastle natal.

Puede que en algunos momentos eches de menos ese ritmo más acelerado de clásicos como “Sex Party” o “Seven O»Clock” pero pasean bien su madurez y apuestas como “Fear Within the Line” son cálidas, emotivas y no bajan el listón. Siguen destacando esas guitarras de Guy Griffin y Paul Guerin dibujando riffs sobre los que lucen coros, la enorme y rasgada voz de Spike y a cuentagotas su armónica, como en “Blackwater”.

No es un disco que entre a la primera pues peca de lo mismo de sus antecesores, pero si vas entrando, escucha tras escucha, notarás el mimo y la gracia que tiene esta gente a la hora de componer y ejecutar. La producción es más que notable y todos los instrumentos se aprecian, están bien equilibrados y destaca el colchón de piano que marca ese rollito clásico tan auténtico que les caracteriza. La verdad es que el fichaje de Keith Weir es excepcional.

Preciosa ha quedado la semibalada “One More for the Road”, otra que quedará para el recuerdo y en la que han contado con violines. Pero para balda pura “Late Night Saturday Call”, puro feeling con mandolina que os recordará al Rod Stewart más inspirado de los 70. De largo una de las mejores baladas que han grabado en toda su carrera. “Home” mantiene el nivel de los medios tiempos y “Josephine” es una despedida a altas revoluciones, algo que le faltaba al disco. Básico pero todo un trallazo que la erige como otra de las joyas del disco, que no son pocas.

Gran disco, no llegan al nivel de sus inicios pero gustará a todos sus fans y hasta calará en quien no les conozca. Son una de esas bandas de personalidad y estilo arrebatadores. Si hubieran sido americanos se estarían comiendo el mundo pero… Newcastle no es Hollywood. Sólo por “Mona Lisa Smiled” ya valen la pena, ¡una banda imprescindible para entender lo que es el Rock and Roll en estado puro! A ver si la próxima vez aceleran un poco más los tempos…

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Quireboys

Discográfica:Jerkin Crocus

Puntuación:8.5

Canciones:

  1. "I Love This Dirty Town"
  2. "Mona Lisa Smiled"
  3. "Louder"
  4. "Fear Within The Lie"
  5. "Blackwater"
  6. "One For The Road"
  7. "Late Night Saturday Call"
  8. "Hall Of Shame"
  9. "Take A Look At Yourself"
  10. "Hello"
  11. "Josephine"
  12. "Louder Reprise"

Año:2008