Immolation: Harnessing Ruin

Si existe una banda que por carrera, historial,
coherencia y dedicación merecería estar hoy por hoy entre las formacines más
míticas y cualitativamente intachables de la escena Death Metal, esa es IMMOLATION.

Formados hace casi 20 años, IMMOLATION se pusieron
las pilas en 1999, fecha desde la cual, ya han editado 4 discos de estudio siendo
este "Harnessing Ruin" el último y probablemente el mejor de ellos.
Obviamente, sus 2 primeras obras, su clásico "Dawn of Possession"
de 1991 y "Here in After" de 1996, suponen 2 piedras angulares del
género, sobretodo el primero, pero a diferencia de muchas otras bandas de su
generación, IMMOLATION siguen sacando discos de 100 % Death Metal de una altísima
calidad sin concesión alguna a cualquier otro estilo musical que no sea el verdadero
Metal Muerto. Y quizá, gracias a ello, actualmente poseen el Status que poseen
dentro de la escena siendo una de las bandas más respetadas y adoradas de todas
cuantas existen.

Una vez más bajo los auspicios del sello galo Listenable
Records, IMMOLATION vuelve a la carga con "Harnessing Ruin", un trabajo
donde la corriente lírica se centra como siempre en criticar de una forma inteligente
a la religión cristiana, todos sus dogmas y como afectan estos a nuestra civilización
sumiendo a la misma en un estado de debilidad enfermiza y contraproducente,
temática lírica  bastante alejada de la fórmula imperante del "cabezahuequismo"
infantil de muchos otros que berrean y berrean siempre lo mismo.

Como siempre han hecho estos monstruos americanos
de la técnica y la brutalidad, "Harnessing Ruin" está plagado de melodías
épicas de esas que te pondrán la piel de gallina y que le otorgan a esta obra
un marcado aire solemne y grandilocuente, únicamente al alcance de titanes del
género como NILE, BEHEMOTH o HATE ETERNAL.  

"Harnessing Ruin" posee una atmósfera
asfixiante que te atrapará y te dejará completamente helado, gracias en parte
al contraste que logran recrear entre las partes más brutales y rápidas y los
medios tiempos lentos, pesados, densos, agónicos y tenebrosos como pocas veces
he visto en un disco de Death Metal.

Una vez más, el gigante Ross Dolan se destripa
las cuerdas vocales para hacer un ejercicio vocal impresionante, ¡Me encanta
el timbre de voz de este tío! Es clavadito al de Chuck Billy en sus tiempos
más guturales de "Demonic", cavernoso, grave, potente pero a la vez
entendible. La pareja de guitarristas lo bordan como viene siendo costumbre
en ellos, con su clásico repertorio de riffs y solos de guitarra ultra técnicos
que poseen ese toque distintivo que rápidamente asociarás al clásico sonido
de IMMOLATION. Finalmente el desconocido batería Steve Shalaty, ante la difícil
tarea de tener que sustituir al colosal Alex Hernández, uno de los mejores y
más reconocidos baterías de Death Metal, sale perfectamente bien parado, de
hecho, par todo aquel que pueda estar preocupado por el cambio, no hay nada
que temer, éste nuevo es igual de bruto y de técnico que el chicano Hernández.

Discos como éste son los que podrían ayudar a que
la gente que a priori posee un montón de prejuicios contra el Death Metal se
diese cuenta de que realmente, este estilo musical es algo más que simple ruido
carente de sentimiento alguno.

¿La única pega que le encuentro a este trabajo?
La producción, suena apagada, excesivamente nítida, carente de brillo y desde
luego, no creo que sea debido a que mi copia promocional esté sin masterizar
puesto que no parece indicarlo por ningún lado. De cualquier forma, es una fantástica
producción, muy por encima de la media, pero da rabia porqué de haberse pulido
un poco más, estaríamos ante uno de los discos Death Metal del año.