GUARDIANS OF THE FLAME

¿Qué se puede decir de esta banda que no se haya disco ya? Al menos,
en PICCADILLY CIRCUS, podemos sentirnos orgullosos de haberles tratado como
se merecían, incluso dedicándoles una portada, algo poco común en la trayectoria
de VIRGIN STEELE, abocada al injusto ostracismo. Para que nos hagamos una idea,
VIRGIN STEELE, después de su prometedor “Children of the storm”, y con la publicación
de este “Guardians of the flame”, se erigían como la gran revelación del heavy
metal norteamericano de la época (1983), pero, a su vez, evidenciaba el conflicto
compositivo de sus dos líderes, David DeFeis y el guitarrista Jack Starr (la
banda se completaba con Joe O´Reilly al bajo y Joey Ayvazian a la batería).
Este comprometido dualismo creativo hizo que aquel disco contara con dos puntos
de vista demasiado dispares entre sí, mientras el gran David DeFeis introducía
su, por aquel entonces, prehistórico heavy metal de corte épico, Jack Starr,
fundador de la banda, optaba por un guitarreo muy próximo al sonido de RAINBOW.
Aún así, “Guardians of the flame” cuenta con trallazos como “Don´t say goodbye
(tonight)”, “The redeemer”, “Metal city”, “Hell or high water” o “A cry in the
night”. La cosa no pudo acabar bien y la deserción de Jack (sustituido por Edward
Pursino) se tradujo en una batalla legal entre el propio Jack y el  resto de
VIRGIN STEELE por conseguir la propiedad del nombre. Afortunadamente, viendo
el resultado histórico, la cosa se encauzó como debía y, a partir de ese momento,
todo lo que ha editado VIRGIN STEELE hasta nuestros días ha sido maravilloso.
Con un sonido mejorado y unos cuantos temas inéditos (como la curiosa “Blues
deluxe oreganata”), este lanzamiento supone una buena oportunidad para adentrarse
en la magia de VIRGIN STEELE.