Spock´s Beard: FEEL EUPHORIA

Es una auténtica tragedia que justo después del mejor lanzamiento de esta superbanda,
“Snow”, Neal Morse recibiera la maldita “revelación celestial” que le hiciese
apartarse de SPOCK´S BEARD. No obstante, la vida sigue y el resto de malabaristas,
en un ejercicio notabilísimo de reivindicación compositiva, se han repuesto
de la tragedia y han logrado sacarse de la manga otra obra digna de la continuación
de discos tan ilustres como “The light”, “The Kindness Of Strangers” o el propio
“Snow”. Las diferencias, después de una escucha minuciosa, con respecto a la
etapa de Neal Morse, se muestran evidentes en muchos aspectos musicales. En
primer lugar, el genial batería Nick D´Virgilio ha ocupado también la vacante
de Neal en el aspecto vocal de una manera muy sobresaliente, mostrando un tono
mucho más rasgado y hardrockero en los temas más contundentes, aunque SPOCK´S
BEARD ha perdido cierto sinfonismo vocal en según qué melodías. Otro de los
contrastes relevantes, a parte de la sensación hardrockera que transmiten la
mayoría de los temas y el mayor protagonismo de la guitarra de Alan Morse que
hace que su sonido se muestre más metalizado, sería el contraste en la producción
de este “Feel euphoria” con respecto a anteriores lanzamientos. Es bien sabido
que Neal era el auténtico alma máter del combo en términos compositivos (a la
vez que escénicos) y también era el encargado de dar forma a los discos y, esta
vez, tal trascendente labor ha corrido en manos de Alan, Nick, Dave y Ryo haciéndola
mucho menos detallista ganando en “suciedad” sónica. Así pues, la inicial “Onomatopoeia”
podría ser catalogada como una canción ligeramente extraña para SPOCK´S BEARD,
con unas guitarras muy pesadas mostrándose como el ejemplo principal de que
“Feel euphoria” podría tratarse como el álbum menos progresivo de su discografía
y, seguramente, su lanzamiento más rockero. Aún así, “The bottom line” guarda
múltiples reminiscencias en esa fricción bluesera que ya se hizo presente en
“Snow” y “V”, exponiéndose como un título detallista que combina partes lentas
y sinfónicas recuperando el protagonismo de los teclados del nipón Ryo. Para
los amantes de lo estrambótico, la canción que titula al disco vendría ser ese
conglomerado de influencias y notas musicales que tanto agradan a algunos y
que tanto aburren y desconciertan a otros, quizás la voz distorsionada de Nick
desmejora notablemente la gran riqueza rítmica del tema el cual acaba con un
flirteo descarado hacia el heavy metal. La fabulosa “Shining star” será la que
más recordará el buen gusto melódico de “Snow”, pero, la acertadísima melancolía
de la balada “Ghosts of autumn” logrará eclipsar en belleza cualquier otra pista
del álbum. Es aquí donde la voz de Nick se muestra más cómoda deambulando sobre
el piano de Ryo, asemejándose en crudeza melancólica a las típicas baladas de
Bryan Adams.

A partir de aquí, SPOCK´S BEARD apuesta por “A guy named Sid”, uno de esas
composiciones extra extensas (acertadamente dividida en seis pistas) donde se
pueden escuchar notables melodías, teclados electrizantes y percusiones desquiciantes.
Aunque tal composición no le llegue a la sombra de los talones a pistas de largo
recorrido anteriormente publicadas, sería injusto no destacar el fabulosos canon
de “Sid´s boys choir” al más puro estilo Monasterio de Silos.

Es obvio que SPOCK´S BEARD han conseguido rehacerse de la marcha de Neal con
otro gran disco. Será interesante ver a Nick alejado de la batería en directo
y ver si también consigue olvidar al divino renegado en el aspecto escénico.