El talento de Steven Wilson parece no tener límite. No se agota con facilidad. Y es resulta increíble que a día de hoy, tras tantos trabajos de estudio con su banda principal PORCUPINE TREE, y sus múltiples proyectos, sea capaz de registrar otra tanda de canciones de una factura antológica. Parece Wilson querer reivindicarse, dejar patente que es posible estar en primera línea con un estilo inclasificable y personal. De hecho, que Roadrunner haya realizado otro fichaje que se sale de su línea habitual, es por algún motivo en especial, y además, posibilita que el objetivo de este excelente compositor se cumpla. Bien lo merece. Eso sí, que nadie llegue ni siquiera a pensar que PORCUPINE TREE se han privado de su libertad musical ante este fichaje por el sello holandés.

No lo hicieron mal PORCUPINE TREE en el pasado. Sus señas de identidad eran más que palpables desde sus inicios, pero su “rock progresivo de los 70 con toques psicodélicos” según el propio Wilson, no llegaba a calar con facilidad entre los seguidores del género. Nadie niega de la calidad de trabajos como “Signifity”, “Lightbull Sun” o “Stupid Dream”, por decir algunos que me vienen ahora a la cabeza, pero lo que también es innegable es que, desde que su música pasó a ser un tanto más accesible, su éxito y reconocimiento les ha ayudado a salir del ostracismo al que parecían estar eternamente condenados. Y ese toque de queda, ese punto de inflexión en la carrera de los británicos, tiene por nombre "In Absentia", desde mi punto de vista. Creo que ni el mismo Steven Wilson llegó a pensar que 11 años después de su debut “On The Sunday Of Life”, se consideraría su carrera, se le haría justicia y ficharía por la multinacional Atlantic.  

Pero si superar la calidad de “In Absentia” parecía un logro difícil de alcanzar, independientemente del reconocimiento de la industria, PORCUPINE TREE rompieron todos los pronósticos y volvieron a sorprender con otra joya, su anterior “Deadwing”. Después de esto, era de esperar otra obra de inspiración ilimitada, ya que la falta de ideas no parecía hacer acto de presencia, y además, con esa fórmula mágica que han encontrado, consiguen mantener su sonido único y genuino sin visos de caer en el estancamiento. “Fear Of A Blank Planet” viene a justificar dicha afirmación y el gran estado de forma actual de PORCUPINE TREE.

Desde las primeras notas del tema título que abre el álbum, el sonido es reconocible. Puro PORCUPINE TREE: personal, inigualable e inimitable. Y partir de ahí, no hay marcha atrás. “Fear Of A Blank Planet”, el disco, comienza a rodar y sumerge a cualquier oyente en un mar de atmósferas y melodías hipnotizantes de principio a fin. Difícil es resistirse a la delicada voz de Wilson, a la profundidad de sus letras, y a la perfecta comunión entre los tiempos lentos (arrastrados por momentos), y los más movidos. Con “My Ashes”, PORCUPINE TREE hacen gala de su dominio en los ritmos con pies de plomo. Bajo ambientación lánguida y oscura, Wilson comanda con su susurrante voz un corte preciosista y delicado, que encuentra su redondez en los colchones de cuerdas en segundo plano.  

Pero si hay alguna canción que obligue a la adquisición sin excusas de este trabajo, es “Anesthetize”. Simplemente pertenece a otro nivel, es posiblemente el tema más inspirado que PORCUPINE TREE hayan grabado en muchos años, por no decir en toda su carrera. Difícil se me hace plasmar por escrito la grandeza de este corte de 17 minutos, duración que, si la memoria no me falla, no desarrollan desde “The Sky Movies Sideways”. Hasta Alex Lifeson de RUSH, con un solo más que reconocible en el primer tramo, parece querer permanecer en la historia de esta banda dentro de una canción de tal magnitud. Ritmos compasados, fraseos que hacen retener las notas en el aire, incluso ritmos duros y riff crujientes durante un tramo que se bifurca por unos derroteros tipo TOOL o MESHUGGAH… Todo está en su sitio, nada falta ni nada sobra. La melodía vocal durante toda su extensión es impresionante y el trabajo de Harrison en la batería, inconmensurable. Un tema perfecto con el que cualquier músico de este estilo se consagraría de por vida.

Con “Sentimental” parecen PORCUPINE TREE dejarnos paso al relax tras el desato cerebral y éxtasis del anterior corte. De nuevo, las atmósferas oscuras sirven de paisaje para que las líneas vocales vuelen a su libre albedrío de forma pausada. Su título lo dice todo. Otras de las colaboraciones de lujo de este trabajo aparece en “Way Out Of Here”. Nada más y nada menos que Robert Fripp de KING CRIMSON (¿los maestros echándoles un cable a los alumnos?) deja su marca con sus inconfundibles soundscapes en un corte variado y dinámico como pocos. Muy cuidados esos sutiles coros, con participación femenina, en una canción gobernada por los tiempos lentos pero que desata su furia, tras un solo de guitarra hiriente como pocos, en su trayecto final. La guinda final la pone “Sleep Together”. PORCUPINE TREE se emplean a fondo en sus trayectos instrumentales, cargado de loops y atmósferas, consiguiendo que nos adentremos en una espiral de sensaciones cuyo final no se desea. Pero sí; llega su final. Tristemente. 

Creo que las palabras se quedan cortas para expresar lo que PORCUPINE TREE han dejado plasmado en este trabajo. Uno ya ni se imagina lo que son capaces de conseguir en el futuro si su inspiración, tal y como vienen demostrando un sus últimos trabajos, continúa siendo una fuente inagotables de ideas. Queda más que claro que “Fear Of A Blank Planet” es más que recomendable, y que será, sin lugar a dudas, uno de los mejores trabajos del presente año.

Satur Romero (satur@themetalcircus.com)

Grupo:Porcupine Tree

Discográfica:Roadrunner / Divucsa

Puntuación:9.5

Canciones:

  1. Fear Of A Blank Planet
  2. My Ashes
  3. Anesthetize
  4. Sentimental
  5. Way Out Of Here
  6. Sleep Together

Año:2007