Creo que para muchos será evidente, pero con Tálesien no puedo ser objetivo. Trataré de ser lo más ecuánime posible, eso sí, pero la objetividad se hace muy compleja de alcanzar cuando existen muchos más sentimientos de por medio.


Pues bien, Tálesien son una banda gallega con la que me unen muchísimas cosas. Quizás no es el momento de extenderse aquí con sentimentalismo innecesario, pero debe quedar claro que hace más de diez años que conozco a esta gente, a la que me ligan excesivas vivencias y más de un grato momento.


Mi primer contacto con ellos fue allá por 1999, todavía bajo la denominación de Kraken, cuando se dedicaban a tocar en bares de toda Galicia entonando cantos como aquellos "Caballero Leal" o "Caminante Sagrado". Desde entonces la banda ha evolucionado, y mucho. Cambio de nombre, continuos cambios de formación, así hasta 2007, cuando parecía que habían tocado techo en cuanto a calidad en la formación en sí misma, con el reclutamiento de dos pesos pesados, Julio Valladares (Barbarian Prophecies) a la batería y, sobre todo, Óscar Ínsua "Jumpin" (Absorbed) a las guitarras, para mí uno de los mejores músicos de la escena gallega, un auténtico fuera de serie. En este sentido, en este mismo 2012, cuando habían logrado la plenitud, simplemente por avatares de la vida, el combo se vuelve a reestructurar, y los citados músicos vuelven a dejar la banda, ocupando su lugar, el joven Anxo Silveira a la batería y el "boina verde" Nano Vikendi a las guitarras, formación con la que girarán en estos meses, presentando este nuevo trabajo.


El silencio, su nuevo trabajo, se edita en estos días, distribuido directamente por ellos, bien desde su página web o bien regalándolo en sus conciertos. La formación 2007-2011, con Jumpin y Julio entre ellos, han sido los encargados de darle forma y grabar los temas, eso que quede claro, lo cual ya dice mucho de buenas a primeras.


El silencio ha sido grabado y mezclado en los famosos estudios Sadman de Madrid, con la producción de Carlos Santos, masterizado por Mika Jussila en los prestigiosos Finnvox de Helsinki, y arreglado por Manuel Ramil (ex-Warcry) a los teclados en sus Tercera Planta Sons de Galicia.


Las líneas a seguir aquí son similares a su anterior Melancolía, letras en castellano, temáticas realistas y sonido de bases melódicas, pero con aromas de Metal Progresivo intercalado con el Power Metal más elegante.


El sonido, gracias a producción y mezcla, es bastante ambicioso, muy nítido. Las guitarras suenan de sobresaliente, brillantes, las rítmicas machacan, sonando elegantes y pulcras, mientras que las solistas son protagonistas, excelentes, sin excesos, sonando con mucho sello de quien las interpreta, para mí, sin duda, uno de los mejores guitarristas del país, no lo dudo, y sé bien de lo que hablo. El bajo de Sergio es exquisito, con muchísimo que decir y llevando casi siempre "la voz cantante", mientras que la batería de Julio suena con ímpetu y liderazgo, a la vez que muy técnica. Por su parte, Javi cada día suena más maduro y sereno en las voces, con muchísimos matices.


Estamos ante un disco corto, ocho temas en total, con dos instrumentales incluídos, pero cargado de intensidad y magia, con muy buen trabajo de composición y bastante variedad en sus estilos, de los cuales trataré de resumir su esencia en las siguientes líneas.


El disco se abre con "Metamorfosis", un corte instrumental de más de seis minutos, excelente, muy Heavy, del cual ya presentaron una demo en su anterior EP, Metamorfosis. Un tema de evidentes influencias progresivas, con unas bases rítmicas soberbias, repleto de riffs efectivos y armonías deliciosas. Magnífico.


"En Tierra de Nadie" es lo más Power Metal que nos vamos a encontrar. Un tema con gancho para empezar. Riff inicial con cierto parecido al "Mysteria" de Edguy y unas armonías de teclado que parecen sacadas del mismo "Nights Of Arabia" de Kamelot. Las líneas vocales son celestiales, con un estribillo que da muchísimo juego. Las guitarras de todo el tema son colosales, mientras que los arreglos de teclado de Manuel Ramil suenan encajados al milímetro.


Con "Dile Al Mundo" se acercan de nuevo mucho a los terrenos más melódicos del Power Metal. Riff efectivo, cabalgante, denso, estribillo efectivo, algo sencillo, pero con gancho. Quizás es el tema que más bebe de Melancolía.


"Mi Otra Mitad" es un tema sorprendente, con cierto aire sureño y mucho espíritu del blues de los 70' en más de un momento. Estructura acústica, letras azucaradas y cierto aire a las canciones más eclécticas de Avalanch, como por ejemplo "El Hombre Solo", "El Ladrón de Sueños" o el propio "El Hijo Pródigo". Buen trabajo en las melodías de voz, estribillo pletórico, y gran nota en las labores de coros y dobles voces. El solo de guitarra a base de escalas de blues es el paradigma de la elegancia y el gusto interpretativo. Un tema diferente. Grande.


Con "Amnesia" recuperan el Heavy Metal más incendiario, uno de los temas más rápidos del álbum, con unas guitarras muy marcadas, un riff con cierto aire escandinavo, muy Stratovarius, y en general una esencia de nuevo muy europea en su concepción de las estructuras y las melodías. Las guitarras de todo el tema son para enmarcar, brillantísimas, con muchísima rabia interpretativa. Las melodías son algo más evidentes, pero también con mucha efectividad. El final, con las guitarras y los teclados en armonía, es brutal.


"Futuro Imperfecto" se acerca de nuevo algo más a los aromas progresivos que tanto admiran Sergio y Carlos. Las bases están muy trabajadas, batería y bajo llevan el peso, mientras que las guitarras adornan todo el tema a base de estructuras sincopadas. No hay estribillo, todo el tema es un desarrollo de líneas melódicas armonizadas con la estructura central.


Llegando casi al final aparece "Arriesgándome", para mí la joya del disco. A priori un tema más sencillo, pero que encierra más de una sorpresa. El inicio, a base de piano y arreglos de cuerda, es pletórico. A partir de aquí el tema estalla en forma de melodía de guitarra y muchísima fuerza rítmica. El riff central es colosal, adictivo, con el bajo marcando el paso de forma extraterrestre. La melodía del verso es preciosa, el puente te deja boquiabierto, mientras que el estribillo te noquea, sin palabras. Un tema diez, lleno de finura y musicalidad extrema. Las guitarras, una vez más, excelentes.


"Cuando Miramos Dentro" es el epílogo. Cerca de dos minutos de delicadeza. Tema acústico, arreglado a base piano, con por supuesto el sello de quien lo escribe y lo interpreta. He escuchado a poca gente hacer sonar las guitarras acústicas como las hace sonar el gran Jumpin. No te puedes ni imaginar como te admiro, tío.


Estamos de enhorabuena, discazo, y todo gracias a una banda de casa, una banda con la que he crecido mano a mano. Son Talesien, sin duda una de las cinco mejores bandas del país. Ahora sólo toca saber que tal funciona la nueva formación, sobre todo como van a ser capaces de cubrir la alargada sombra del señor Jumpin.

Jorge Domínguez

Grupo:Talesien

Discográfica:Autoeditado

Puntuación:8

Canciones:

  1. Metamorfosis
  2. En tierra de Nadie
  3. Mi Otra Mitad
  4. Amnesia
  5. Futuro Imperfecto
  6. Arriesgándome
  7. Cuando Miramos Dentro

Año:2012