El Ruido Maldito: El ruido maldito

Curioso es el caso de Locomotive Records, esa discográfica patria que tuvo en su escudería a las más notables bandas nacionales del momento y hasta contó con el festival de referencia Rock Machina. Hoy en día parece que los nombres rutilantes han desaparecido, pero siguen apostando por combos con interesantes propuestas. El Ruido Maldito son una de sus nuevas propuestas discográficas, mucho más orientada al rock para todos los públicos en el que destaca la profunda garganta de Juan Deive, toda una seña de identidad.

Provienen de la capital y echan raíces en el rock oscuro de los 90 acercándose tanto a Alice In Chains, Pearl Jam y a los referentes del grunge; aunque también se nota que el sonido y orientación se acerca algo a las propuestas más actuales tipo Söber o de las bandas del sello DFX. Podríamos catalogarlos como rock barnizado en oscuro pero sin sonar excesivamente depresivos.

El inicio es espectacular con dos grandes composiciones como “Niñez” y “La habitación”, realmente logradas, con grandes estribillos y unas letras más que correctas. A partir de entonces desgraciadamente caen algo en la linealidad compositiva. En “Noviembre” entran de lleno en el sonido Seattle más pausados pero manteniendo un riff excepcional que puede recordarte a los Soundgarden del BADMOTORFINGER. Tanto solos como los riffs de Manuel Garaizabal son otro de los puntos fuertes del cuarteto madrileño. Una de las características muy 90 es el hecho de tener una chica en las cuatro cuerdas, pero a pesar de que no descuidan la estética, sus dotes como bajista quedan más que demostrados. La solidez de la base rítmica es clave en en sus coordenadas 90eras. “El ruido” les acerca a Hole, filtro de voz y una estructura algo más comercial con un estribillo muy efectivo bien apoyado por el riff de guitarra. En la pausada y oscura “Cenizas” te vendrán a la cabeza los Héroes del Silencio, especialmente por el timbre de voz de Juan Deive. Recupera el pulso inicial y el ángel compositivo el single “Mentiras” dejando patente que en altas revoluciones es cuando la cosa marcha mejor. La recta final mantiene el tipo pero queda algo anclada en los medios tiempos oscuros.

Prometen ciertamente. Su sonido no es que esté muy en boga hoy en día pero si que se agradece que de vez en cuando lleguen bandas aportando trabajos frescos como el que nos ocupa. Me quedo especialmente con los dos temas que abren fuego. Si para la próxima consiguen mantener ese nivel en todo el disco pueden dar mucho que hablar. Su gira está en marcha, estoy seguro que estos temas van a ganar mucho sobre las tablas.