Rockalcohol: El Destino Es Un Cabron

Bien, estamos ante el segundo trabajo de una banda a caballo entre Rubí (noies maques i bon vi) y Córdoba, ciudad esta última en donde se han asentado recientemente. Son un trío formado por José Fega a la batería y a las riendas del grupo; Pichu al bajo y voces, y J. C. Pastrana tocando la guitarra como postrera incorporación. Precisamente Pastrana fue quien nos introdujo a esta banda hace un par de meses en una escapada de fin de semana a Córdoba, desde detrás de la barra de "Los negaos" (uno de los escasos pubs rockeros de la capital). En directo suelen hacerse acompañar de alguna que  otra amistad a los instrumentos.

Su estilo musical podría encuadrarse dentro del género ambiguo denominado rock urbano cantado en castellano. Es una música sencilla, pero con mucha fuerza, e interpretada con la experiencia que dan los años encima de las tablas y ensayando en los locales. El CD está impregnado de rabia, tanto en lo musical como en las letras, y cuyo responsable casi exclusivo es el señor Fega. De temática nada original pero vigente en el día a día: desengaños, alcohol, vida perra, etc. Pero a nadie le debería extrañar dado el nombre del grupo y el título del trabajo.

Fue grabada en Mayo de 2003, con una tirada inicial de 1000 redondos, y está autofinanciada. Según ellos mismos "creemos que es la única manera de seguir pa alante haya o no haya éxito con las discográficas". Son un total de nueve canciones las que han incluido, empezando por "Maldeamores", muy cañera y divertida, que cuenta cómo tiene asumido el chaval su condición de gafe con las chicas, y que está hundiéndose en el rockalcohol. Seguimos con "La Luna y el Sol" que invita a seguir los pasos metafóricos de G. Marx cuando decía eso de "que se pare el mundo, que me quiero bajar". El tercer tema es el que da nombre al disco, y con él se burla del maldito destino que siempre parece que nos da la espalda.

"Tantas cosas" comienza con el consejo de "por si te pasa lo mismo que a mí", una canción lenta y melancólica que describe eso de las relaciones angustiosas de pareja. "1 de marzo" retoma la filosofía del grupo bajo la voz rota y rasgada de Pichu, muy correcto también al bajo. La batería no es complicada, pero tampoco es algo que se eche en falta porque el grupo no lo requiere. Pastrana, por su parte, se mueve espléndidamente por los alcorces tortuosos de los patrones del rocanrol, del ska, del joven metal y así.

El disco se completa con "Cierra los ojos", "Marioneta" (en tu melancólico corazón), "Qué ha pasado?" (si tus besos son cuchillos del sur). Finalmente cierran al más puro estilo extremeño con una introducción vocal en forma de saeta con "Carmencita", la única canción próxima al flamenco rock, y que incluye alguna sorpresa oculta.

Podéis conseguir el disco y algún temilla desde su página: www.rockalcohol.com

Te gustarán si te molan Marea, Platero y Tú, El último que zierre, Extremoduro o La Fuga.