Jacobs Dream: Drama Of The Ages

Cuatro años enteros han pasado desde que JACOB’S DREAM editaran “Theater OF
War”, su segundo disco. En estos cuatro años se han sucedido los cambios en
la banda, con la re-entrada de Jon Noble y Gary Holtzman como guitarras, y la
vuelta a la palestra del ex – IRON ANGELS Steve Vaughn como batería. El último
cambio tuvo lugar tan recientemente como en enero de 2004, cuando la banda admitió
en el puesto de vocalista al ex – BIOGENESIS Chaz Bond. Hay que decir que Chaz
posee un timbre diferente a su predecesor, David Taylor, pero que no desmerece
en absoluto afrontando la música de la banda americana.

El nuevo disco de la banda, “Drama Of The Ages” es un buen recopilatorio de
power americano al uso. Quien haya estado al tanto de bandas como STEEL PROPHET
o los míticos y cazurrillos TWISTED TOWER DIRE, sabrá que el power europeo tienen
ciertas diferencias. Mientras que las bandas europeas aburren hasta la saciedad,
los discos de power americano suelen ser bastante más entretenidos. Aquí no
hay tantos dragones como en un disco de MAJESTY, aunque temas como “Stand Or
Fall” son claramente ofensas al buen gusto de aquellos que no toleran los cliches
guerrero-musculoso en el metal. Pero bueno, parece que JACOB’s DREAM son una
de las pocas bandas de power que han sabido escapar del pernicioso hechizo de
MANOWAR y han encontrado un fórmula que, sin ser original, al menos no es vergonzosa.

Una vez que uno comienza a analizar el disco , los punteos amenazantes de “Spinning
Leaf” son una sorpresa, pues es perfectamente admisible el reducir las revoluciones
del tema y venderlo como una demo de CANDLEMASS, siempre salvando las distancias,
claro. Eso si, el tono más grave de Chaz es toda una ayuda para desmarcarse
del power metal gritón al que estamos acostumbrados.

Al hilo de lo que antes comentaba sobre STEEL PROPHET, hay que decir que JACOB’S
DREAM no poseen ese típico sabor a grabación de bajo presupuesto de otras bandas
de power americanas. “Drama Of The Ages” es un disco que suena de fábula, con
temas como el que da título o “Forever Winter” recordandonos que mas allá del
oceano Atlántico, aun se hace power a la vieja usanza sin conceptos grandilocuentes
por en medio. Doble bombo, punteos de lo más garrulo, y ale, señores, a mover
la cabeza como locos. A fin de cuentas, de eso se trata ¿no?

Para los más aburridos, es curioso como en “Drowning Man” la banda suena con
cierto parecido a los SAVATAGE más crudos y Chaz consigue asemejarse en el timbre
al perdido Zak Stevens.

Un buen disco de una banda que, sin ser imprescindible para entender el género,
sigue siendo capaz de facturar discos bien hechos pese a crisis internas, cambios
de line-up y el decaímiento general de un estilo que llevó la bandera del Heavy
Metal en Europa durante unos cuantos años hasta extinguirse a sí mismo.