Necrodeath: Draculea

El caso de NECRODEATH siempre me pareció curioso. Con 2 enormes discos de Thrash/Death en su haber editados durante los 80 (“Fragments Of Insanity” y sobretodo, el supremo “Into The Macabre”), no ha sido hasta bien entrado el siglo XXI que NECRODEATH están recogiendo los frutos de la cosecha. Bien es cierto que la banda se desmembró a principios de los 90 debido a la indiferencia del público italiano y europeo en general hacia su propuesta (Así como una serie de desavenencias irreconciliables con su sello de por entonces) y que no ha sido hasta 1999 que –tras previa gestación de los grandiosos 2 primeros trabajos de SADIST- NECRODEATH han recuperado la actividad. Con éstas, llevan ya 5 discos en 8 años que no está nada mal.

Sin lugar a dudas, a día de hoy NECRODEATH me parecen seguramente la mejor banda a la hora de mezclar el Thrash con el Black Metal. Nadie como ellos logra que sendos géneros, tan a priori cercanos, cuajen tan bien. “Matter Of All Evil” no fue sino la carta de presentación de los “nuevos” NECRODEATH. Con su último “100% Hell” cuajaron sin duda su mejor obra hasta la fecha, pero oyendo este “Draculea” tengo mis serias dudas acerca de si han logrado superarse o no. De cualquier modo, sea éste un mejor o peor disco que “100% Hell”, roza igualmente el sobresaliente.

A grandes rasgos el sonido de NECRODEATH no ha cambiado en exceso. La banda no se ha amanerado ni ha torcido el brazo a la comercialidad, sin embargo sí se denota una desaceleración en el tempo de los temas –sigue habiendo caña de la buena, no se preocupen-. Por lo general, los italianos apuestan en esta ocasión por dar mayor protagonismo a su vena más lenta y atmosférica que casa perfectamente con la historia conceptual que NECRODEATH narran en este “Draculea” acerca del famoso Vlad Tepes, los pinchos morunos humanos que gustaba dejar de recuerdo allá por donde pasaba así como toda su estirpe, incluyendo a famosa la Condesa Bathory con quién también el empalador estaba emparentado.

Salvo “Fragments Of Insanity”, “The Golden Cup” e “Impaler Prince” –donde NECRODEATH meten caña burra de la buena- el resto del disco fluye de una forma más tranquila, algo que en un principio no vi con muy buenos ojos, pero que he acabado aceptando y sobretodo degustando. Cabe añadir también en lo referente a los temas de “Draculea” que en esta ocasión, los italianos se marcan una más que soberbia versión del celebérrimo “Countess Bathory” de VENOM; ¡Lo tenían a tiro!.

Mención a parte merecen sendas intro y outro, que más que introducciones y despedidas son temas enteros con todas las de la ley, con un metraje que oscila entre los 5 y 6 minutos de duración cada una. En ellas, NECRODEATH apuestan por pasajes lentos, cargados de oscuros y tenebrosos teclados, adornado todo ello con algunos susurros del amenazante Flegias así como la voz lírica de una tal Lady Goddiva.

NECRODEATH logran reinventarse a si mismos con “Draculea” yendo un paso más allá de lo comúnmente previsible para una banda de sus características. Muy a pesar de no ser fan del Black Metal por ejemplo, estoy convencido que te verás cautivado por esta nueva entrega de la legendaria banda genovesa.