Alice Cooper: Dirty Diamonds

Después de 35 años, es considerable que ALICE COOPER siga haciendo discos con
la fuerza que posee este “Dirty Diamonds”. Lo mejor de todo no es eso, sino
que tras 35 años en el negocio de la música, ha sido capaz de recuperar su raices
y hacer discos que perfectamente podrían haber sido editados en 1973. Cierto,
“Dirty Diamonds” no es “Billion Dollar Babies”. Pero el trabajo necesario para
recrear el sonido de hace 30 años en un disco de hoy en dia es encomiable.

Ya con “The Eyes Of Alice Cooper” se comenzó a vislumbrar algo de luz al final
del tunel. El final de siglo y el inicio del siguiente fueron una época confusa
para un Cooper que se alió con gente como Bob Marlette e hizo unos cuantos discos
bastante prescindibles como “Dragontown” o “Brutal Planet”, en los que intentaba
subirse al carro de las nuevas tendencias rockeras. Pero hay que recordar que
Alice Cooper estará intrínsecamente relacionado con los 70’s toda su vida, así
que cualquier cosa que grabe y no suene a su glorioso pasado va a ser criticada
ampliamente. Es triste desde el punto de vista artistico,imagino, pero Cooper
sabe mejor que nadie a lo que uno se expone cuando vive en el negocio de la
música durante cuatro décadas.

“Dirty Diamonds” es una nueva vuelta de tuerca al concepto
abordado en “The Eyes Of Alice Cooper”. Si aquel disco sonaba “antiguo”, este
suena primitivo. Igual que a finales de los 80 Alice acertó de pleno al acoplarse
a la onda hard-rockera que predominaba en la escena musical, en ésta ocasión
vuelve a acertar debido al revival que vive hoy en dia el classic-rock setentero.
Todos los temas de “Dirty Diamonds”, salvo contadas excepciones, responden a
unos patrones muy tipicos de la decada, tanto en sonido como en estructura.
Sólo se echa de menos algo más de ese halo tétrico que solía envolver las producciones
de Cooper en los 70 y que tan bién supo representar en temas como “This House
Is Haunted” en su anterior disco de estudio.

El único punto en contra de “Dirty Diamonds” es la ausencia de Eric Singer
en las pistas de batería. Ha sido sustituido por el batería que realizó los
conciertos de presentación de “The Eyes…”, Tommy Cufetos. Curiosamente, en
este disco, la gira la ha hecho Eric Singer pese a haber grabado las batería
Cufetos. Se echa de menos la pegada y precisión del neo-catman de KISS, aunque
Cufetos tiene un toque mucho más old-school a la hora de interpretar las partes
de percusión.

En cuanto a temas, no hay un nuevo “Elected”, ni un nuevo “Under My Wheels”,
pero hay buenos intentos de generar clásicos atemporales, y a buen seguro que
Cooper lo conseguirá con más de uno de los temas (aunque dudo que a estas alturas
le importe un pimiento crear temas atemporales, ya tiene una buena ristra de
clásicos a sus espaldas). Canciones como “Perfect” –con riff a lo AC/DC- o la
inicial “Woman Of Mass Distraction” son temas de aquellos que contienen todos
los elementos típicos de Alice. Como bonus extra, Cooper recupera más que nunca
su afilado sentido del humor para completar la parte lírica del disco.

El tema estrella es sin duda el cuasi-punk “Dirty Diamonds”, que da titulo
al disco. Parece grabado por The Damned en 1978 o algo por el estilo. La voz
de Cooper suena más rasgada que nunca y el riff y la melodía parecen sacados
de una peli de policias corruptos de la decada de Led Zeppelin. “Your Own Worst
Enemy” es otro buen ejemplo de tema rockero basado en un riff simple y una melodía
vocal totalmente vintage de las que ya no se oyen hoy en dia. Otra sorpresa
es “Run Down The Devil” que podría haber entrado en algunos de sus discos de
finales de los 80, sin lugar a dudas.

¿Simplemente un disco más para Alice Cooper? No lo creo. A estas alturas, que
Cooper y sus congéneres se preocupen de editar discos en lugar de contar la
pasta que tienen en el banco es ciertamente una bendición. O algo preocupante.
No se por cual de las dos decidirme.