Tyketto: Dig in Deep

Parece que Tyketto entra en esta vorágine de bandas de hard rock de los 80-90 que vuelven a editar, tras tantos años, discos a la altura de su leyenda. Obviamente lejos quedarán siempre los tiempos de “Dont Come Easy”, pero es innegable que esta nueva obra tiene ángel. Buenos temas, muy melódicos, incluso maduros me atrevería a decir, con un Danny Vaughn excelente y una gran banda detrás que le arropa y demuestra que todavía tienen mucho que decir. Mejoran ampliamente su anterior obra y puede que están en su mejor momento tras su vuelta a los ruedos. Los elementos country siguen apareciendo y a la vez encandilando, especialmente por esos coros de apoyo tan exquisitos.

El disco es muy melódico y combina medios tiempos y baladas, muchas de ellas a acústicas, caso de “Heres Hoping It Hurts”, “Battle Lines”, con esos coros marca de la casa y ese teclado en segundo plano. La que abre fuego es “Faithless”, más eléctrica y posiblemente la mejor de todo el disco, con un hermoso Groove que se desarrolla a medio tiempo. Esa misma onda continúa en “Love to Love”. Son cortes accesibles que entran de primeras. Cabe resaltar la labor de Brooke St. James a las guitarras, siempre consiguiendo ese sonido pulcro y esa elegancia.

“Evaporate” posee madera de single evidente, con ese estribillo tan de manual y esos coros de apoyo sobre la base de acústicas. Todo el material suena fresco, muy homogéneo y se nota que había ganas e ideas en el estudio. “Monday” entra en terrenos puramente country con un retazo evidente al Bon Jovi de los últimos tiempos. La clase sigue en el tema que da nombre al disco y acelera revoluciones en “Sound Off”, si bien el mínimo común denominador sigue siendo la melodía, los coros y la accesibilidad. Gran groove y riff de St. James. Gran final con la balada “This Is How We Say Goodbye”, tirando de feeling y de sentimiento y con ese teclado de apoyo.

Sólo por ese concierto en 2004 en Madrid ya había valido la pena que volviesen, pero ahora que son capaces de ofrecer discos de este calibre creo que ya podemos hablar de esta banda como una realidad absoluta. Un disco muy entretenido, fácil, accesibe pero lleno de buenos momentos y en el que destaca la composición. Vaughn sigue siendo muy grande y St. James le va a la zaga. Espero que este álbum les sirva de excusa para que el combo vuelve a acercarse por estas tierras y vuelvan a brindarnos conciertos inolvidables. Dudo que este material palidezca entre sus clásicos.