Danzig: Deth Red Sabaoth

Danzig ya está en los 55, pero eso no quita que todavía sea capaz de sacarse de la manga un buen disco y muy a pesar de los largos seis años de espera desde “Circle of Snakes”. Estamos ante su novena obra discográfica (como Danzig) y a decir verdad, ya es uno de los intocables del negocio, alguien que ya ha entrado por derecho propio en la historia y que poco o nada debe demostrar. Ha reunido a un nutrido y selecto grupo de amigos para seguir adelante y ha parido una obra muy notable, si bien hay algún que otro pero.

Ante todo suena absolutamente Danzig, todo musculazo, oscuro, lúgubre pero manteniendo el encanto. Es absolutamente directo en todo momento pero quizá hay algunos aspectos de la producción mejorables. En general se observa un cierto retorno hacia sus sonidos primigenios y un alejamiento del metal. Hay momentos algo Black Sabbath, otros más Corrosion Of Conformity y algunos riffs repetitivos y machacones parecen sacados de Ministry. No es casualidad, Tommy Victor (también en Prong) está en la guitarra.

Lo mejor está absolutamente claro: el trallazo que abre “Hammer of the Gods”, pero sobretodo el interludio de mitad del disco. El single evidente es la pausada “On a Wicked Night”, una maravilla y “Deth Red Moon” y “Ju Ju Bone” son grandes temas. La producción analógica destaca mucho la base rítmica haciéndolo todo muy crudo. Sobretodo destaca el sonido de la batería, absolutamente real y para nada sobreproducido. Hasta Danzig se anima a tocar un tema.

Lo negativo, especialmente es el hecho de alargar el tema “Night Star Hell” y empalmarlo con la intro “Pyre of Souls Pt 1”, sí que se crea una atmósfera lúgubre y machacona, pero ambas seguidas queda un poco a llenar por llenar. EL disco está dominado por los medios tiempos y a decir verdad algunos bajan algo el listón de lo más notable. Hay algún momento que se hace algo repetitivo el disco, pero no le podemos negar que suena 100% Danzig. El crescendo desgarrado “Black Candy” es toda una demostración del poder vocal del divo. Otro punto que personalmente mejoraría son los solos, están mucho más logrados los riffs en general.

Disco a la altura de la leyenda. Un buen puñado de buenos temas y un sonido totalmente Danzig. Hay algún momento monótono y algo repetitivo pero creo sinceramente que es poca cosa comparado con lo mucho que aporta el disco. Después de seis años de silencio creo que es la mejor manera de volver, seguir demostrando que hay material e ideas frescas.