Inordem: Destrucción Mutua Asegurada

Retorno de Inordem a la actividad discográfica con su tercer trabajo y con sangre nueva en sus filas. Raúl abandonó la nave y la banda ha decidido reemplazarle con dos nuevas caras. Pasan a ser pues un quinteto con muchas posibilidades y con nuevo material bajo el brazo.

Si bien en mis primeras escuchas me habían dejado bastante frío, uno acaba entrando bien en un disco completo y agresivo. La hoja promocional los compara con bandas como Testament, Megadeth o Metallica pero personalmente no cero que sean unas comparaciones muy acertadas. Y es que afortunadamente no tienen un estilo que sea fácil de encasillar. Hay thrash, hay melodía, hay momentos en los que indagan en escalas flamencas y hay temas que valen mucho la pena.

“Yo no quiero tu paz (Americana)” es uno de los mejores temas, accesible aunque agresivo y directo, con un muy buen estribillo. Antes en “Mi final, tu final” presentan una onda más crossover en la que se mueven sin problemas. El riff de “A golpes” si que tiene bastante de Anthrax e incluso el estribillo va muy en la onda de los de Scott Ian.

La banda va a por todas esta vez. Si la producción es excelente, sin palabras nos quedamos al saber que el videoclip cuenta con la participación de actores tan renombrados como Blanca Portillo o Álex García. Nos dan un respiro en “Una parte de mi” tocando a medio tiempo y con un sabor más clásico.

“Arena” es una gran demostración de que a pesar de caracterizarse por la velocidad y la contundencia los momentos melódicos que emplean no tienen nada que envidiarles a esos frenéticos ataques a golpe de riff. Daniel Martorell se luce a las voces luciendo todo un gran repertorio de posibilidades. “Ébano y sangre” es otro medio tiempo con un muy buen solo.

Y hablando de posibilidades, en la instrumental “Sur” ya aparecen guitarras flamencas mezcladas con riffs agresivos. Pero si antes hablábamos del single hay que decir que “Ella” posee un estribillo perfecto y aúna muchas de las características que ofrece el grupo sintetizadas en el mismo tema.

Vuelven las guturalidades en “Condenados”, todo un puñetazo en la cara. La despedida viene con “Inmensidad” una balada con acústica preciosa y con un efecto de viento reforzando el concepto de inmensidad. Otra muestra de amplitud de miras pero también un gran acierto.

Son una banda compacta, sin fisuras y que ofrecen un buen producto que, a pesar de lo agresivo que puede parecer en sus primeras escuchas, tiene mucho de melódico y hasta un punto de accesibilidad muy notable. Se nota que este trabajo no es flor de un día y que trabajando bien se obtienen resultados como este. A pesar de que estamos ante su tercer trabajo no hay que descartarles en el título de banda revelación.