Barb Wire Dolls: Desperate

Es interesante el ver que una banda oriunda de Creta es capaz de colarse dentro del panorama rockero internacional con esta mezcla tan oscura y personal de sonoridades grunge, garajeras y punk, pero se me hace bastante difícil que el estilo arrastre a mucha gente. No es un disco fácil para lo aparentemente sencillo y directo que pretende, pero si el propio Lemmy les hizo de padrinos habrá que darles una oportunidad, especialmente en directo.

Interesante propuesta la de los griegos afincados en Estados Unidos Barb Wire Dolls, ya con un sello potente como es UDR. Fueron avalados por todo un Lemmy Kilminster, practicando una potente mezcla de rock de garaje, punk inglés y sonidos a lo Blondie, especialmente por su cantante y frontwoman. Toques grungies y una producción de primera de la mano de todo un Jay Baumgardner. Está claro que van a por todas aunque no sé si esta propuesta de los cretenses puede terminar de funcionar tal y como está el mercado actual. Destacan sobretodo la voz de Isis Queen y los juegos con el charles de Krash Doll dándole a Barb Wire Dolls un toque personal y distintivo.

Temas directos, sin grandes pretensiones aunque necesitan de varias escuchas. El disco va claramente de menos a más. Su propuesta es bastante diferente a lo que nos suele llegar. Temas bastante oscuros como “Drown” para luego bajar pulsaciones y tirar de ambiente The Cure, con bajo protagonista y charles machacón en la batería. De todas maneras los estribillos son melódicos y terminan convenciendo. El grunge es otra de sus bazas y pronto te recordarán a Nirvana o a Hole. “Take Me Home” es sencilla pero con un patrón de batería original y festivo. Los ecos de Sonic Youth y Smashing Pumpkins asoman en “Heart Attack”, tanto por la línea vocal como por las guitarras tan Seattleianas. Pero el problema del primer tramo del disco es que peca de similitud y de reiteración de ideas. En “Separate” vuelve el castigo ejemplar a los platos de charles y un riff que bien podrían haberlo firmado Mudhone, aunque la actitud y las ganas de su cantante (también su look), va a recordaros a la añorada Wendy O’Williams.

Curiosamente en el segundo tramo encotramos la propuesta de tirar de guitarras acústicas puntuales lo que le da a las composiciones un algo más atractivo y personal, caso de “Blind to Your Misery”, aunque es de largo “I Will Sail” lo que más brilla aquí. Entrada a balada y acústicas para luego electrificar el corte más logrado del CD, con esas voces dobladas de Isis en el estribillo. Personalmente me quedo de largo con esta segunda parte con joyas como “Darby Crash”, sencilla rabiosa y directa. Pero la repetición de esquemas vuelve en “Problem of the Poet” con una entrada que homenajea al Seattle de los 90. Mejoran las cosas con “Rythm Method” pero siempre dentro de los encorsetados parámetros del grupo.

Es interesante el ver que una banda oriunda de Creta es capaz de colarse dentro del panorama rockero internacional con esta mezcla tan oscura y personal de sonoridades grunge, garajeras y punk, pero se me hace bastante difícil que el estilo arrastre a mucha gente. No es un disco fácil para lo aparentemente sencillo y directo que pretende, pero si el propio Lemmy les hizo de padrinos habrá que darles una oportunidad, especialmente en directo. Buenos mimbres, valentía y originalidad… pero sigue faltando algo. Démosles tiempo, es su segunda entrega.