High On Fire: De Vermis Mysteriis

Parecen lejanas aquellas giras a principios de la década pasada en las que HIGH ON FIRE se llevaba de teloneros a unos desconocidos MASTODON. Unos cuantos años después, unos se puede decir que prácticamente han alcanzado el estrellato y reconocimiento de gran parte de público y crítica, mientras que los otros siguen un poco a la sombra, pero fieles a sus principios; la evolución de unos no es comparable a la de los otros, ni en popularidad ni en sonido.

Este sexto álbum y sus “misterios del gusano” sigue sonando cañero, sucio y cafre por momentos, justo lo que algunos echan en cara al cuarteto de Atlanta, que ha progresado hacia terrenos más melódicos. Aquí no, Matt Pike canta igual de agresivo que siempre con su voz rota característica. Se podría decir que el álbum está dividido en dos partes, partido por la instrumental ‘Samsara’. La primera comienza de manera directa, empezando por ‘Serums of Liao’ (puede que algo larga para marcar el inicio, pero totalmente demoledora y ya conocida en sus conciertos), continuada por ‘Fertile Green ‘ y una rápida y machacona ‘Bloody Knuckle’, cerrando ‘Madness Of An Architect’ con atmósferas agónicas puramente doom.

El interludio instrumental da paso de nuevo a la caña y la velocidad con ‘Spiritual Rites’, pero pronto su rabia se ve acompañada de revoluciones más lentas, ya que el resto de temas aparca la rapidez para centrarse en partes más lentas. ‘King of Days’, la más larga de todo el disco, pausa por completo el ritmo, y a pesar de que sobre todo la batería intenta dar algo de intensidad en el tema que da título al trabajo, ‘Romulus and Remus’ y ‘Warhorn’ vuelven a retomar el lado más pesado del grupo; no hubiera estado de más intercalar alguna de las canciones más frenéticas cerca del final para que esta última parte no se hiciera tan repetitiva. HIGH ON FIRE siguen siendo uno de esos grupos que sin hacer mucho ruido siguen ahí, haciéndolo bien en la sombra y ganando adeptos paso a paso.