Architects: Daybreaker

Parece ser que ARCHITECTS han aprendido la lección, y después de toda la melodía que nos ofrecieron en ‘The Here and Now’, después de una evolución (puede que) natural suavizando su sonido, han vuelto a querer mezclarla para no caer en la rutina y en que su nueva obra resulte lineal. ‘Daybraker’ seguramente hubiera sido un digno sucesor de ‘Hollow Crown’ y la gente no se hubiera tirado tan a la yugular con él.

Todo esto, dejando claro que las partes melódicas siguen estando muy presentes en sus composiciones; tanto en canciones sueltas (al completo) como en partes de otras buscando contrastes con las más crudas y de voz rasgada. Quisieron avisar de esa mezcla con el adelanto ‘These Colours Don»t Run’, que recuperaba en parte el sonido de otros discos sin llegar a los extremos, a los que parece ser que ya no volverán. En la misma onda cañera están buena parte de ‘Even If You Win, You»re Still A Rat’ y ‘Outsider Heart’, una con un pequeño interludio cerca del final, la otra en su parte central. ‘Feather Of Lead’ ahonda en esa parte más rabiosa, pero también repite una parte más atmosférica para cerrarlo; se puede decir que la estructura de las canciones se asemeja bastante en factores, pero no en orden.

¿Decía partes atmosféricas? Hay dos cortes que en su totalidad se muestran así, ‘Behind The Throne’ y ‘Unbeliever’, esta última para cerrar el álbum y que en su último minuto parece animarse un poco para no terminar el disco de una manera tan tranquila. De hecho, ‘The Bitter End’, que abre el álbum, es prácticamente igual en su forma, una especie de intro in-crescendo para enlazar con ‘Alpha Omega’, una de las muestras de conjugación perfecta de los dos lados de los ingleses. Ese equilibrio intencionado de melodía y de su lado más furioso lo consiguen también en el tema título del álbum y ‘Devil»s Island’, mientras que en ‘Truth, Be Told’ optan por una línea continuista por completo de su anterior disco. Si bien la voz de Sam Carter sigue teniendo mucho peso en la seña de identidad actual del grupo, la sección instrumental ha querido recuperar el espacio perdido en su antecesor.

Hacer otro ‘The Here and Now’ hubiera sido un error total, y esto es lo mejor que podían realizar. ‘Daybreaker’ marca la mezcla de sus dos últimas obras, pudiendo recuperar algunos de los seguidores a los que no convenció su último disco, a la par que agradan a muchos que se engancharon con el mismo. Buena jugada de ARCHITECTS.