Lost Eden: Cycle Repeats

¿Japoneses haciendo un thrash moderno? Bueno, o imitando a bandas como Sanctity, Trivium o As I Lay Dying con la esperanza de captar público fuera de sus fronteras. Este joven quinteto formado hace siete años, por fin ha tenido la oportunidad de grabar su debut tras mucho tiempo de cambios, lucha y autopromoción. Parecen admirar por igual toda la corriente moderna de metal que azota el territorio americano como el sonido crudo de los países escandinavos. Metalcore lo llamarían algunos… exactamente los mismos que no les prestarían la más mínima atención.

Muchos pensarían que el disco que sucediera a ‘Ascendancy’ en Trivium debería haber sonado de esta manera, y no más clásico como pretendió Matt Heafy y los suyos. Parece que los veneren en algunos temas, como ‘Equation 999’, que por otro lado parece una respuesta a cierto episodio 666 de un grupo sueco… Como la final ‘Before Burning To Ashes’, que parece un intento de juntar sonidos modernos con alguno más crudo y antiguo. A tener en cuenta ‘Forsaken Last’, la más completa y alternante del disco, con partes rápidas, otras pesadas, y cediendo más protagonismo que el resto a las voces melódicas de Norio, y ‘Planetoid’. No dejan durante los diez cortes ni un segundo de descanso, si obviamos el pequeño interludio acústico de ‘Sandglass’, que sirve de intro a ‘Black Report’. 

Un comienzo corto, superando por poco la media hora de duración, que demuestra que en el país del sol naciente también saben hacer metal. El siguiente paso es la innovación.