Kissin’ Dynamite: Not The End Of The Road

Los singles prelanzados ya anunciaban cambios en la casa de Kissin’ Dynamite, y ‘Not The End Of The Road’ confirma plenamente esta impresión. Los germanos crecen, por fin, en su séptimo álbum de estudio.

¿Pero qué significa esto para el sonido de la banda? Las lenguas malintencionadas podrían afirmar que el combo simplemente suena más pop, más apto para la radio, casi como si pretendieran caer bien a la mayoría de la gente. Su aparición en los medios televisivos posiblemente refuerza esta impresión. Pero eso sería quedarse corto. No hay que negar a estas alturas que Kissin’ Dynamite suenan más refinados que nunca. 

Desde el punto de vista lírico, han recorrido un largo camino desde declaraciones impactantes como «I Hate Hip-Hop» (‘Steel Of Swabia’ 2008) de los primeros días de Kissin’ Dynamite. Hoy en día, Hannes Braun es sinónimo de letras inteligentes que, a pesar de los temas serios, no pueden prescindir del humor, y cuyo mensaje es siempre positivo al final.

Mientras que «What Goes Up» habla de los constantes altibajos en la vida de una banda de rock, rememorando los estereotipos de las estrellas de rock y los cuestiona de forma casi cínica, «No One Dies A Virgin” trata de cómo la vida pone a menudo obstáculos en el camino de cada persona que hay que superar. En «Defeat It», en cambio, el cantante Braun pide a la gente que se desprenda de todo lo que no le conviene en la vida.

Cada canción tiene su lugar en ‘Not The End Of The Road’.

‘Not The End Of The Road’ revela también una madurez a nivel musical que no estaba presente en ningún disco anterior. Una canción como «Only The Dead» muestra la melancolía como sólo puede venir de personas que ya la hayan experimentado. Asimismo, los arreglos de la canción son inusualmente sutiles. En lugar de basarse exclusivamente en la guitarra, aparte de las baladas, Kissin’ Dynamite da cada vez más espacio a las canciones para respirar.

Al mismo tiempo, las doce canciones siguen un hilo conductor claramente reconocible, a pesar de la gran variedad. Mientras que en anteriores álbumes de la banda solía ocurrir que unas canciones destacaban y otras se perdían, en ‘Not The End Of The Road’ cada tema tiene su lugar.

Esto se debe principalmente a la coherente dramaturgia que sigue el álbum. La canción que da título al disco abre con un ritmo ágil. «Coming Home» se sitúa en el centro como primera balada. Los sentimientos nostálgicos que evoca la canción están enmarcados por las roqueras «Yoko Ono» y «All For A Hallelujah». Con «Scars» hay un final igual de conmovedor, mientras que «Voodoo Spell» muestra de nuevo a Kissin’ Dynamite desde su lado más cañero, poco antes del final.

Tiempos convulsos?

El hecho de que la banda haya tenido que hacer frente el año pasado a su mayor transformación hasta la fecha, no ha hecho más que espolearles. La salida Andi Schnitzer, miembro fundador de la banda y batería durante veinte años, dejó paso a Sebastian Berg, que se muestra como una auténtica máquina en su debut discográfico.

‘Not The End Of The Road’ es nada menos que un álbum de hard rock actual y atemporal, lleno de himnos, donde Kissin’ Dynamite sacan a relucir todas sus habilidades para crear un disco consistente. La marcha triunfal de estos chicos sigue siendo ininterrumpida.