Dream Theater: Distance Over Time

Dream Theater y su especial sonido progresivo están de vuelta con un álbum que no pasará desapercibido en su discografía. Se llama 'Distance Over Time', ya disponible vía Inside Out Music. Se trata del catorceavo álbum de la banda, que se dice pronto, con el que demuestran que su marca personal no deja de sorprender por más años que pasen.

De acuerdo con John Petrucci, el proceso de composición de este álbum ha sido de lo más especial, donde se alejaron durante una temporada para colaborar entre todos en la composición de las canciones, en un ambiente de absoluta familiaridad. El resultado es un disco brillante, alocado y sorprendente, en el que demuestran que, compositivamente hablando, se atreven con todo. La combinación de su metal progresivo y esos aportes melódicos tan suyos, es un absoluto acierto. Plagado de alocados ratos instrumentales y mágicos momentos vocales, la intensidad de ‘Distance Over Time’ te cautiva de principio a fin.

Magia y talento a borbotones

«Untethered Angel» inaugura el álbum de Dream Theater con una breve introducción a la que rápidamente le precede una combinación de momentos más potentes con otros más melódicos y progresivos. La voz, dulce y sentida, compagina con la poderosa instrumental, que juega con una mezcla entre la fuerza de la distorsión y las melodías del teclado. Bañada en un ambiente industrial y psicodélico, es una canción original, pegadiza y llena de momentos sonoros inesperados, como los impresionantes solos de teclado y guitarra.

Todo un acierto como primer single y como primera canción de este Dream Theater – Distance Over Time. La siguiente canción, «Paralyzed», tiene un estilo diferente, más solemne y con un ritmo más pausado. Cuenta con una fuerza distinta, donde la melodía recae más en la voz que en el resto de elementos, que se muestran más presentes en los estribillos, mientras que en las transiciones entre las partes de la canción la fuerza recae en la guitarra, que vuelve a protagonizar un solo breve pero intenso.

Continúan con un sonido clásico y potente con la canción «Fall Into The Light». Bañada en matices melódicos, compaginan ese estilo nostálgico con gusto y sencillez, dándole al tema su estilo característico. La melodía vocal se compenetra con esos momentos más cañeros y destaca todavía más en otros más experimentales a lo largo de unos minutos impredecibles, con cambios que varían desde una caña más visceral a momentos instrumentales ambientales y relajados, y otros más animados y sorprendentes.

«Barstool Warrior» saca la artillería pesada desde el comienzo, con un estilo instrumental variado y original, pero termina siendo una de las canciones más ambientales del álbum. Cuando entra en escena la voz, bajan una marcha y la canción pasa a ser pura melodía, con un estilo tranquilo y agradable. La diferencia de intensidad con el resto de canciones aporta un toque de diversidad al álbum, donde dejan a un lado la distorsión por un momento para disfrutar de la pura melodía.

Sorpresas sonoras hasta el final

Retoman la distorsión con «Room 137», sin perder su característica ambientación única que rodea a todo el álbum. Siguen un ritmo poco cambiante pero lleno de matices, creando una atmósfera intensa gracias a las aportaciones del teclado y los efectos vocales. Su solo de guitarra se compenetra con el estilo de la canción, siendo capaz de destacar con un estilo sencillo. «S2N» es más breve, pero no por ello menos intensa. Más bien todo lo contrario, ya que aprovechan esos pocos minutos para poner toda la carne en el asador y combinar como mejor saben esos momentos instrumentales tan sorprendentes, donde todos saben aportar su grano de arena y crear un ambiente sonoro único.

Sin bajar un ápice la fuerza sonora, llega el turno de una canción más extensa y no por ello menos intensa. «At Wit’s End» cede de nuevo por momentos el protagonismo a la voz, pero sin olvidarse de esos tramos instrumentales mágicos que tanta vida dan al conjunto musical del álbum y resultan en canciones tan especiales como esta. Nos acercamos al tramo final del álbum con la pieza «Out Of Reach», unos minutos musicales muy mágicos con la dulce voz de James LaBrie acompañada por el teclado de Rudess.

Posteriormente, se suma una sutil guitarra antes de entrar todos conjuntamente en un final muy intenso y especial. «Pale Blue Dot» comienza con una intro que da paso a una canción con una fuerza más cañera que las anteriores, sin dejar de lado esos aportes melódicos que tanta vida dan a sus canciones, así como momentos más ambientales donde la distorsión pasa a un segundo plano.

La larga duración de la canción permite dar paso a alocados momentos instrumentales totalmente inesperados y llenos de sorpresas sonoras que no tienen desperdicio. Sin duda, sería todo un lujo poder escuchar una pieza así en directo. El bonus track «Viper King» finaliza este fantástico álbum con toques psicodélicos y una base instrumental de lo más potente, con un sonido clásico sumado al estilo personal de esta sorprendente banda.