Twisted Tower Dire: CREST OF THE MARTYRS

Lejos, muy lejos queda ya aquel primer The Curse Of The Twisted Tower en
que la banda americana demostraba ganas y apuntaba maneras, pero la novatada
y la producción no les permitieron hacerse un hueco en la escena. Tras otro
disco y el fichaje por Remedy Records, una pequeña discográfica con mucha
proyección ubicada en Hamburgo, parece que las cosas empiezan a mejorar para
los chicos de Tony Taylor. Está claro que su discográfica cree ciegamente
en ellos puesto que la producción ha corrido a cargo de Piet Sielck (Iron
Savior) y la portada está hecha por el sobradamente conocido Derek Riggs (Iron
Maiden, Gamma Ray, Stratovarius…).

Musicalmente siguen fieles a su apuesta y a sus letras épicas. La producción
está a años luz de su debut, pero como ya viene siendo habitual en todas las
producciones de Piet Sielck hay el típico error que a mi modo de ver comete
siempre: Pese a lograr un gran sonido, el hecho de que se empeñe en meter
coros hace que acabe sonando a Iron Savior. Un buen ejemplo es el corte “Fight
To Be Free”. La inicial “At Night” puede recordaros inicialmente a unos Hammerfall
hímnicos. Estribillos y composiciones están realmente logrados. Las primeras
escuchas os parecerá estar escuchando a una banda más del estilo sin nada
novedoso que aportar, pero a la tercera o cuarta vez que pulsas el play, puedes
apreciar que dentro del saturado género del power y derivados, son una banda
a tener en cuenta. Si hay alguna canción que me haya gustado especialmente
no hay duda que me quedo con los medios tiempos como “Axes & Honor” o
“Transfixed”. La voz de Tony Taylor es perfecta para el estilo y no abusa
nunca del agudo de turno rompecristales. Hay también bastantes trallazos hímnicos
concebidos adrede para el directo, fáciles de recordar y llenos de energía,
caso de “Fight To Be Free” o “To Be A Champion”. Otro de los temas que más
me ha llamado la atención y que bien podría funcionar como single es la melódica
“Guardian Bloodline” con unos bonitos fraseos de guitarra. La extensa “The
Reflecting Pool” empieza apuntando a balada pero recupera el pulso general
del álbum. Desgraciadamente la voz de Sielck la dota de un saborcillo a Iron
Savior. Es uno de los mejores temas del disco y uno en los que mejor se luce
Taylor. La edición digi-pack contiene una nueva versión de “The Witch’s Eyes”,
uno de sus mejores canciones de su primer CD.

Twisted Tower Dire están progresando poco a poco pese a que en España son
unos completos desconocidos. Pese a que su estilo empieza a bajar en popularidad
y que la temática de sus letras pueda sonar trillada, cabe reconocer que llevan
años en la brecha, que realizan grandes directos, y lo más importante: realmente
creen en lo que hacen y hacen lo que realmente sienten, os puedo dar fe de
ello.