Raunchy: Confusion Bay

Muy desesperante debe considerarse el hecho de que tan sólo las compañías enriquecidas y mayoristas se decidan a apostar por, gustos musicales aparte, grupos o tendencias semi novedosas mientras, las discográficas menos adineradas busquen explotar un mercado tan sumamente inexplotable. Es así como el todopoderoso sello Nuclear Blast apostó hace más de dos años por un grupo como este en un debut titulado “Velvet noise”.

Si bien RAUNCHY causara buenas impresiones acústicas con el citado primer lanzamiento, ese sentimiento saltarín típicamente norteamericano que envolvía muchos de los ritmos de estos daneses podía causar cierta urticaria al oyente menos familiarizado, aunque, ya se denotaban en aquel entonces unas aproximaciones evidentes a modo de influencia con la música de los buenos años de MACHINE HEAD o FEAR FACTORY, fusionándose con cierto buen gusto con reminiscencias que recordaban, incluso, a DEFTONES.

En este “Confusion bay”, RAUNCHY dota de más seriedad y personalidad a sus creaciones, a la vez que metaliza su componente melódico recordando las últimas andanzas estribilleras de gente como SOILWORK o IN FLAMES, sin dejar, por otro lado, de insistir en el componente agresivo de los riffs de guitarra de Lars Christensen y Jesper Tilsted.

Ya con la inicial “Join the scene”, la banda declara todos sus principios compositivos en un ejercicio muy notable de buena capacidad de inventiva a modo de agresividad rítmica, aunque, no es hasta la siguiente “I get what I see” cuando la voz enrabiada de Lars Vognstrup derrocha energía envuelta de unos samplers techno-dance que vienen a ser una de las características más definitorias del disco en cuestión. Buen ejemplo de esta auto catalogada etiqueta de cyber metal son también pistas tales como “Bleeding #2” o “Summer of overload”. Es evidente que este protagonista ingrediente va mucho más acorde con la imagen de un grupo que, sorpresivamente, salió bastante bien parado en su pasada actuación del Wäcken Open Air. “Watch out” podría ser la canción que mejor combina la rabia de sus riffs y estrofas para desembocar en un estribillo tan melódico como recordable. No obstante, paulatinamente y pista a pista, RAUNCHY van disminuyendo en lo que a capacidad de invención melódica se refiere llegando a constatar la existencia de un buen número de temas de relleno.

Otro de los elementos clave de este “Confusion bay” es la inmejorable producción de Jacob Hansen (ANCIENT, INVOCATOR entre otros) la cual reluce cualquier creación auditiva.