Crystal Eyes: Confessions Of The Maker

Desde Suecia y a través del sello vasco Arise Records nos llega el cuarto trabajo
de estudio de los power metaleros CRYSTAL EYES, esta vez con una novedad que
a priori debería ser má gratificante de lo que realmente lo ha acabado siendo;
Daniel Heiman, quién fuese cantante de los LOST HORIZON hasta hace un tiempo,
y que ya participase colaborando en el anterior trabajo de CRYSTAL EYES llamado
“Vengeance Rising”, se ha unido al grupo para cantar en este nuevo “Confessions
of the Maker” y su posterior gira.

El gran problema de estos CRYSTAL TEARS y bandas similares es que no logran
despegar sus composiciones del concepto de monotonía. Salvando de la quema algunas
piezas interesantes como “Northern Rage” o “The Terror”, el resto del disco
transcurre de una forma preocupantemente lineal y previsible.

Lo mejorcito de todo este “Confessions of the Maker” quizá sean algunos riffs
y melodías de guitarra que seguramente os recordarán a los RUNNING WILD más
cañeros de mitades de los 90’s. Si me apuran ustedes, he sido capaz de localizar
algunos fraseos vocales con cierto aire a los HEAVEN’S GATE más clásicos o incluso
los EDGUY más lúcidos y menos rimbombantes, pero poca cosa más. El resto se
mueve dentro de unas coordenadas monótonas, grises y excesivamente aburridas.
La voz de Daniel Heiman poco o nada tiene que ver con la que sorprendió a medio
mundo en LOST HORIZON, ¿Dónde paran aquellos agudos infinitos y aquella garra
y energía que volvían locos a sus fans? Da la sensación de que Daniel se pasó
por el estudio en un aburrido y poco soleado día gris del invierno sueco y perpetró
su trabajo en unas pocas horas, sin muchas ganas por cierto.

La sensación final que me queda tras escuchar “Confessions of the Maker” es
similar a la que suelo tener desde hace unos pocos años con la inmensa mayoría
de bandas de este estilo; Los discos parecen hechos a prisa y corriendo. Parece
como si algún adivino hubiese baticinado la defunción inminente del estilo y
las bandas intentasen apresurarse en exprimir el género hasta sus topes.

En fin, que es más de lo mismo, bien hecho, bien grabado, con algunos destellos
tanto vocales como instrumentales merecedores de una mínima atención, pero exactamente
idéntico a lo que hacen el 90 % de bandas similares.