SUIDAKRA es una de esas bandas en las que podemos apreciar el sentido del término
evolución más allá de la posible adulteración de la fórmula original como consecuencia
de  la influencia de nuevas tendencias, cambios en la formación o giros bruscos
en el estilo. Las cosas como son: más allá de preferencias personales (yo mismo
prefiero de largo los primeros álbumes de la banda) lo cierto es que a pesar
de los numerosos cambios aquí podemos seguir encontrando algunas de las señas
de identidad que han caracterizado a esta banda alemana a lo largo de sus carrera:
el death melódico, el notable trabajo instrumental, y, sobretodo, la imperecedera
presencia de los elementos folk siguen estando ahí.

Tras editar tres discos ciertamente interesantes, la banda pegó fuerte en la
escena para editar a posteriori un auténtico clasicazo “The Arcanum”, allá por
el año 2000. Tras esta obra de arte del death metal melódico de influencias
folk, ineludible, la banda sacaría al mercado dos discos que, si bien no adolecían
de la calidad y la singularidad que les atesora, no llegarían a las cotas de
inspiración de “The Arcanum”. Ahora apuntillan un poco más retorciendo de nuevo
su propuesta con esta nueva obra que, no obstante, dista ya bastante a nivel
estilístico de la ya citada pieza producto de la evolución de la que antes hablábamos.

Estos chicos, por otra parte, presentan su disco más “moderno”, haciendo patentes
algunos detalles que ya se intuían en su anterior “Signs For The Fallen”. Sí,
siguen habiendo partes de puro death metal melódico a la sueca (a pesar de su
procedencia alemana) y las voces limpias siempre han sido una constante de la
banda, básicamente para acompañar a los momentos más folk. Pero por otra parte,
florecen también por doquier otro tipo de voces limpias introducidas más en
la línea en la que lo suelen hacer los grupos americanos más contemporáneos
(nótese mi escapismo respecto al término nu-metal para que no nos llevemos las
manos a la cabeza), aunque incluidas bajo el auspicio del buen hacer, el estilo
y la profesionalidad que nos garantizan los 10 años de carrera de la banda.
Así pues, puede que alguno se asuste cuando escuche este tipo de arrebatos en,
por ejemplo, “Decibel Dance” pero sabrá apreciar la calidad del conjunto cuando
se preste a darle al compacto un par más de escuchas (comprobado). También más
moderna es la producción, obra de Martin Buchwalter, batería de los thrashers
PERZONAL WAR, más cristalina y menos sobrecargada (¡aunque no por ello necesariamente
mejor o peor!) que las obtenidas en el pasado con el conocido Andy Classen.
 

La combinación de matices alcanza en este “Command To Charge” su cenit en cortes
como “C14_Measured By Infinity”, donde la agresividad thrash, las voces graves
y limpias, las emotivas bases melódicas, las breves melodías folk e incluso
los solos se dan la mano a través de un buen hacer compositivo. No se cortan
estos señores, pues sin ir más lejos son unas gaitas las que allanan el camino
para que el corte “Haughts of Cromdale” dé comienzo y vuelvan a hacer acto de
presencia las múltiples facetas de estos músicos, consiguiendo a pesar de ello
una total homogeneidad en la que no tienen cabida las brusquedades. El precioso
aunque breve interludio a modo de balada folk que es “A Runic Rhyme” nos recuerda
de nuevo que no olvidan las constantes que hicieron a la banda desmarcarse del
resto de competidores por méritos propios. Otros de los temas más llamativos
son “Second Skin” o “Gathered In Fear“, que te hará rememorar grandes piezas
cultivadas por ellos mismos en el pasado como “ Rise of Taliesin“ o incluso
a los memorables temas folk/medievales que parieran ya hace algunos años BLIND
GUARDIAN. Tal y como suele ser habitual, todos los temas rallan a un nivel muy
alto, costando mucho destacar cortes por encima de otros, ya que todos están
plagados de buenas ideas, ya sean de melodías vocales emotivas o inesperadas
melodías de guitarra deudoras del buen gusto.

El disco además incluye un par de sorpresitas. Por una parte, al final del
último corte encontramos un sorprendente “hidden track” que es nada más ni nada
menos que una versión del “Moonlight Shadow” de MIKE  OLDFIELD muy guitarrera
cantada por una señorita. Por otro lado, el compacto incluye un par de temas
en directo grabados en un pequeño club, con pocos medios pero con bastante imaginación,
en la que incluso los espectadores se atreven con el “stage diving”. Los temas
en cuestión son “Reap the Storm” y el mucho más antiguo y brutal “Morrigan”.
Lo único que no me acaba de hacer el peso es la portada, simple hasta el punto
de parecerme bastante feucha.

Con su anterior disco la banda ya fichó por la todopoderosa Century Media,
hecho que les está facilitando bastante más las cosas a Arkadius y compañía,
sobretodo teniendo en cuenta que hasta aquél entonces la actividad de la banda
prácticamente se veía circunscrita a su Alemania natal. De esta forma esperemos
que el nombre de SUIDAKRA empiece a sonar algo más y que la presencia del grupo
por los escenarios europeos (al poder ser españoles) sea generosa y nos puedan
brindar sobre las tablas algunas de las buenas formas que ya nos insinuaron
en su actuación en el Atarfe Vega Rock de este año.

Ya lo dije. No esperes otro “The Arcanum”, estos chicos han ido variando su
propuesta progresivamente y para disfrutar en su totalidad de la calidad de
este disco tendrás que ser algo más abierto de mente.

Penumbra

Grupo:Suidakra

Discográfica:Armageddon / Goi

Puntuación:8

Canciones:

    1. Decibel Dance
    2. C14 Measured By Infinity
    3. Haughs of Cromdale
    4. The alliance
    5. A Runic Rhyme
    6. Second skin
    7. Reap the Storm
    8. Gathered in Fear
    9. Strange Perfection
    10. Dead Man’s Reel
    11. The End Beyond Me

Año:2005

Votación de los lectores:9.5