Marc Rizzo: Colossal Myopia

Normalmente se suelen acoger este tipo de iniciativas con cierto escepticismo
y pensando que será el típico álbum en solitario que un músico realiza de forma
paralela a su ocupación en una banda grande.

Marc Rizzo, fundador de ILL NIÑO, reparte su tiempo con su labor en SOULFLY
junto a Max Cavalera, cierto. Pero este trabajo ha sido fruto de un interés
personal y un trabajo en el que ha puesto verdadera fe y esfuerzo, lo cual
ha cristalizado en este “Colossal Myopia”.

Doce canciones instrumentales que recogen verdaderas obras instrumentales
de mucho  talento. Marc recoge todo tipo de influencias que concentra en composiciones
muy diversas que incluyen guitarras metálicas, flamencas e incluso sonidos
jazzísticos o de bossa nova. Y según sus propias palabras, todas sus ideas
quedan plasmadas en la música, huyendo de letras políticas o de cualquier tipo
de mensaje. Música única y exclusivamente para disfrutar.

Puede ser que en una misma canción encuentres sonidos de Thrash metal, de
salsa o de ritmos flamencos. Un buen ejemplo de esto sería el tema que da título
a este trabajo, “Colossal Myopia”. Marc cuenta también con el apoyo de músicos
experimentados que unen sus fuerzas a la del guitarrista consiguiendo un resultado
compacto. Quizá demasiado compacto, ya que la batería parece demasiado retocada.
No es tampoco algo que reste interés a este trabajo, por otra parte.

Sonidos arábigos y mediterráneos, juntos, mezclados, es lo que encontramos
en otros temas como “S.P.Q.R”, lleno de percusión y de ritmos insinuantes.

Personalmente pude disfrutar de un showcase del artista en un céntrico comercio
madrileño, y sin duda la velocidad con que toca este guitarrista es mareante.
Requiere la máxima atención en sus dedos a fin de no perderse entre tanto movimiento
por segundo.

Curiosos son también los títulos de algunas canciones. “Chupacabra” y “Milagro” son
temas muy flamencos y latinos a la vez. De lo más atractivo de “Colossal Myopía”.
Cuenta además, el primero de ellos, con la colaboración de la madre de Marc,
que puso su granito de arena en el disco.

Un disco fresco, variado que si bien se aleja de lo que suelen hacer otros
virtuosos como Malmsteen, Satriani o similares; pero que añade una nota de
vida y de cercanía en sus canciones. Y ojo, sin abandonar el metal que hay
mucho y bueno.