Metalium: Chapter VI – Nothing To Undo

Cuando METALIUM se dieron a conocer dentro de la escena heavy europea era el año 1999, hace ni más ni menos que ocho años. Por entonces, la banda se sirvió de Mike Terrana y chris Caffery como reclamo para abrirse puertas dentro del negocio, una maniobra muy bien pensada por parte de su líder, Lars Ratz. La sorpresa de ver a Terrana y Caffery involucrados en la banda se olvidó rapidamente tras la edición del primer disco y los cruces de declaraciones entre Terrana y Ratz a través de la prensa. Pero lo que Metalium tenían en mente era mejor. Su segundo “chapter”, “State Of Triumph” terminó de consagrarlos como una de las mejores y más queridas bandas de metal de Alemania. Pero lo que viene rapidamente, se marcha rapidamente. Cuando la banda editó su tercer disco, las salas de conciertos llenas dejaron paso a medios aforos, y últimamente, decenas de personas se acercan a verles en directo.

¿Qué es lo que falló por el camino? ¿Se hicieron Metalium “demasiado” heavies en discos como “Chapter Four” o “Chapter Five”? Si ese fuera el problema, que podría ser – además de la practica desaparición de la sobredosis de power europeo de finales de los 90- METALIUM intentan poner remedio en éste disco con un estilo que se ha vuelto algo más accesible y escuchable que sus últimos discos que, bajo mi opinión, se habían vuelto bastante indigestos musicalmente hablando.

“Chapter VI – Nothing To Undo” nos devuelve a unos METALIUM más melódicos, sin perder la dureza. Henning Basse brilla con luz propia en temas como la tierna “Way Home”, la speedica “Straight Into Hell” y, especialmente, en la emocionante versión del “Show Must Go On” de QUEEN. El trabajo de guitarras por parte del larguirucho Matthias Lage es realmente destacable en temas como “Mindless”. Éste, para los que sean más duchos en la materia, vendría a ser el equivalente 2006 a temas como “Fight” o “Steel Avenger”. De hecho, es el más pegadizo del disco.

Lars Ratz en su posición de director de orquesta ha bajado su bajo en la mezcla de una vez, algo que anteriormente saturaba el sonido de las canciones para mal y las hacía demasiado agobiantes. También está un poco más bajo el volumen de los bombos  de Michael Ehré, consiguiendo así que el sonido de la banda sea mucho más digerible que en los últimos cinco años. Pero, si la intuición no me falla, creo que ya es demasiado tarde. Metalium tendrán que seguir contentandose con ser una banda de tercera división. Eso sí, una genial banda de tercera división.