Led Zeppelin: Celebration Day

La muerte del fundador y presidente de Atlantic Records, Ahmet Ertegun, a finales del año 2006 fue la razón por la que una sola vez (de momento) pudiéramos disfrutar de la reunión de LED ZEPPELIN. Por eso no había mejor título para dar a este lanzamiento que el de ‘Celebration Day’, porque el concierto que dieron en el O2 Arena de Londres fue una fiesta y celebración de lo que ha supuesto una de las bandas más grandes que ha dado el rock en su historia. No podía ser con otra persona tras la batería, y el apellido Bonham siempre estará ligado al grupo, aunque en esta ocasión fuera Jason el encargado.

Ni las canas y envejecimiento de sus miembros (rondando los sesenta en el momento del concierto, a excepción de Jason), ni su estética más sobria y dejando de lado su apariencia hippie de los 70 resta un ápice de la magia que consiguen estos cuatro músicos juntos sobre un escenario.  Sí, un evento de tal magnitud merecía ese pedazo de escenario sobre el que estuvo el grupo, con una pantalla trasera que te metía de lleno (afortunados los pocos miles de personas que pudieron vivir eso allí), pero… viéndolo tranquilamente, uno siente que no refleja esos conciertos masivos de hoy en día, de carreras aquí y allá con pasarelas ni nada por el estilo. Aquí los cuatro músicos no salen de un círculo de diez metros y están casi todo el rato juntos excepto contadas (y lógicas) ocasiones, dando una sensación de cercanía y de un show más íntimo de lo que pudiera parecer o tratarse. Tras una intro sobria y sencilla, empiezan las notas de ‘Good Times Bad Times’ con un espectacular plano general del recinto que pone los pelos de punta; desde ahí, quince minutos a piñón fijo con ’Ramble On’, ’Black Dog’. ¿Qué se puede decir ante eso? Sobran las palabras. Una pequeña pausa y un escueto “good evening” de Plant nos mete en la extensa ‘In My Time Of Dying’, y esta vez sí, se pueden escuchar los agradecimientos del vocalista por las emociones por las que pasaron las seis semanas anteriores al evento, como previa a la primera ocasión de tocar en público ‘For Your Life’. Paul Jones ocuparía su sitio al teclado para la pegadiza ‘Trampled Under Foot’ antes de volver a ‘Presence’ con la semiversión de ‘Nobody’s Fault but Mine’ y mostrar su lado psicodélico en ‘No Quarter’. Himno tras himno, a una íntima y emotiva ‘Since I ve Been Loving You’ le sucede el lado más crudo en ‘Dazed And Confused’  en su versión extendida, solo de guitarra con el arco de violín incluido. ¿Cómo superarlo? Complicado, por no decir imposible. Al menos igualan lo conseguido hasta ese momento con ‘Stairway to Heaven’ con Page mostrando (una vez más) su lado de guitar-hero con su instrumento de doble mástil. Para subir revoluciones de cara al tramo final, nada mejor que ‘The Song Remains the Same’ y ‘Misty Mountain Hop’, con Jason apoyando la voz de Plant, y donde más miradas cómplices podemos ver. De hecho, tras la mastodóntica y épica ‘Kashmir’, que la banda se retira, es precisamente al hijo de Bonzo a quien más emocionado se ve en la primera despedida sobre el escenario. Un primer bis con ‘Whole Lotta Love’ traería una nueva despedida unida a agradecimientos varios, además de honrar a la memoria de Ahmet Ertegun (“… en los días en los que Atlantic Records era la mejor compañía del mundo”), para volver ya para cerrar definitivamente con ‘Rock and Roll’; sí, hacía mucho tiempo que no rockeaban juntos y era necesario volver a hacerlo y sentirlo.

Después de estas dos horas, hasta alguien que no le guste el grupo entendería el por qué son uno de los grupos más influyentes de la historia del rock tanto a nivel colectivo como individual, cada músico por separado. Algún extra más que ensayos o filmación de la BBC no hubiera estado de más, que ya se sabe, siempre son bienvenidos contenidos adicionales. No es que les fuéramos a pedir algo al estilo de ‘The Song Remains the Same’ a estas alturas, pero se antojan algo escasos. Mucho se especuló con la posible continuidad de esta celebración, y todo se ha ido difuminando de la misma manera que el rumor salía. Uno de los que más fuerza tuvo en su momento fue el trabajo que hicieron en la sombra junto a Myles Kennedy ocupando el puesto de Plant, aunque nunca llegó a nada concreto. Lo último en torno a sus miembros, las palabras de Page diciendo que no veía ningún concierto a la vista, y las de Robert Plant hace pocos días diciendo que debería descansar durante un tiempo. La verdad es que sería un descanso merecido. Que les quiten lo bailao.