Bullet: Dust to Gold

Si te gustan los clásicos no puedes perderte el nuevo trabajo de Bullet, 'Dust to Gold'. En él, la banda sueca consigue a través de sus doce temas, crear un producto único que quita el polvo a principales grupos como Judas Priest o AC/DC para convertirlos en oro puro.

Cuatro años han pasado ya desde que Bullet presentó ‘Storm Of Blades’ y desde 2014 apenas hemos tenido noticias de la banda sueca. Ya empezábamos a preguntarnos, qué es lo que estarían tramando y ¡Por fin! el 20 de abril ha salido a la luz el resultado de esa larga gestación. Un tiempo de reflexión que trae a unos Bullet conservadores con alguna que otra nueva introducción y experimentación y que te cuenta Arya Blues a continuación.

¡Cómo una bala!

Bullet lanzó ‘Heading for the Top’ en 2006, un álbum que ya marcaba claramente la tendencia de la banda. A lo largo de los años, los suecos siempre han sido fieles a su estilo y personalidad. Sin embargo, poco a poco han ido evolucionando e introduciendo nuevas técnicas y ritmos.

Sus primeras influencias fueron grupos como AC/DC. Una influencia muy presente en sus primeras composiciones. En la actualidad, podemos encontrar muchas más referencias. Desde Judas Priest hasta los alemanes Accept han contribuido al sonido reconocible de esta banda.

‘Bite the Bullet’ fue su segundo trabajo, y con él se dieron a conocer al gran público. Gracias a este álbum, además de crear una obra perfecta y adictiva, marcaron su espíritu canalla y rockero por el que se les reconoce en la actualidad. Cada uno de sus miembros, pero sobre todo, su vocalista Hell Hofer aportan el carácter necesario para tener marca propia y ser una banda única.

Su nuevo trabajo ‘Dust to Gold’ es otra pieza más y mejorada, que viaja entre el heavy metal, el rock and roll y el hard rock. Un trabajo con mucho más empaque gracias a la incorporación de un nuevo miembro, Gustav Hector, el bajista que genera quizá algunos enfoques más speed.

Por otro lado, como sus compañeros españoles ’77, han decidido mimar hasta el último detalle la grabación de éste. Así pues, lo han hecho de manera analógica, conservando ese sonido ruidoso de hace algunos años y que ya es difícil ver en las bandas actuales. Está claro que la banda ha desempolvado sus viejas influencias, ha almacenado el polvo extraído y lo ha convertido en oro puro y conservado en este Bullet – Dust to Gold.

Convirtiendo el polvo en oro

‘Dust to Gold’ da comienzo con «Speed And Attack», una clara declaración de intenciones con un fondo muy sutil de power metal que sería más evidente si no fuese por la inconfundible rasgada voz de Hell Hofer. Le sigue «Ain’t Enough» nieta de los alemanes Accept con tono mucho más hardrockero. Quizá el primer himno de este nuevo trabajo que recuerda en ocasiones a aquel «Bite the Bullet» de 2008.

En la misma línea del hard rock, encontramos «Rogue Soldier», una de las composiciones de ‘Dust to Gold’ más bailable. Un grito en potencia para futuros directos y también un resumen muy completo del enfoque de sonido actual de Bullet. «Fuel The Fire» presenta unas guitarras muy potentes, siendo un tema ligeramente más poderoso. El perfecto equilibrio para recordarnos el gen canalla y rebelde de la banda.

Volvemos al rock más clásicos con «One More Round». Carece de estribillos repetidos y pegadizos, pero posee una energía muy personal que hace que no quieras parar de escucharla una y otra vez. Además de incluir un solo que apostamos se convertirá en carne de air guitar. «Highway Love», trae aires de una de las bandas de heavy metal y rock más queridas, AC/DC, gracias a sus tenaces riffs y despejados puentes.

Con «Wildfire» nos damos cuenta que realmente en este ‘Dust to Gold’ no existen canciones sobrantes o de relleno. Estamos en el ecuador y «Wildfire» nos trae la esencia de Bullet en cada nota. Contiene un solo mucho más actual que podríamos ver en bandas más «modernas». Sin embargo, su método de grabación sobrepone un sonido antiguo que lo hace sonar realmente especial.

«Screams In The Night» es la canción más speed de este nuevo trabajo. Después de cuatro años de descanso, Bullet ha seguido investigando y actualizándose, siempre siendo fieles a su particular sonido. «Forever Rise» nos trae de nuevo a los grandísimos Judas Priest en el Turbo Lover.

«Hollow Grounds» entremezcla un sonido muy cañero, gracias a sus guitarras y baterías. Además, escuchamos un Hell Hofer mucho más roto y duro. Quizá se trate de la canción más agresiva de este álbum. Una situación estratégica para cerrar una consecución de cálida energía.

El disco cierra con la canción que le da título, «Dust to Gold», que recuerda ligeramente a los Judas Priest de los ochenta con un sonido muy metal positivo. Con este broche de oro, Bullet logra amasar un trabajo bien dirigido, claro y con un sonido excelente.