Bonrud: Bonrud

Se dice en Economía que cuando la Oferta no se iguala a la Demanda hay niveles de stocks, llamados excedentes, de productores o de consumidores, dependiendo de la magnitud sobresaliente. Vamos, que hay pérdidas por un lado u otro para entendernos. Esto viene a que la saturación en cualquier estilo o rama de nuestra música está alcanzando altos índices. ¿Calidad o cantidad, que preferís? La Oferta de hard rock, A.O.R o la mezcla de ambos, es amplia, eso es un dato seguro y se demuestra por la cantidad de producciones que se llevan al mercado. Lamentablemente la mayoría terminan en el olvido y por cuentagotas, alguna que otra publicación obtiene reconocimiento. O sea, y siguiendo con el lenguaje económico, la Demanda no alcanza a la Oferta ni de coña. Seguramente los seguidores de este estilo, pasen de estas absurdas reflexiones, y no dudo que estén la mar de contentos con la situación actual, ya que das dos palmadas y te salen buenas agrupaciones de debajo de las piedras; como en este caso.

Leo por aquí, que BONRUD es una banda formada en la cuna del grunge, en Seattle, cuyo máximo artífice de su creación es el guitarrista Paul Bonrud (de ahí la originalidad del nombre), personaje muy influenciado por JOURNEY y FOREIGNER, tanto que eligió a Dave Hendricks como cantante por su similitud vocal con Lou Gramm. Pues sí, todo esto es cierto y se refleja en este trabajo debut, no viola en ningún momento el octavo mandamiento.

“Bonrud” es un disco heterogéneo, muestra un amplio abanico de posibilidades dentro del rock melódico, sobre todo en cuanto a tiempos: más movidos, lentos, medios…Y una producción también a la altura.

“Leap of faith” con la que abren e inyectan melodías dulces y melosas, “Date with destiny” con excelente estribillo o “Look me in the eyes” son ejemplos de cortes de puro rock, barnizados con energía. Mientras que con “The Phoneix” o “Life your dreams” con un conseguido juego de acústicas y eléctricas, nos ofrecen medios tiempos marcados, de esos que te hacen levantar el pie del suelo para seguir el ritmo.

Impensable que un redondo de estas características se ausente el edulcorante emocional; fenomenal “Desperate Heart”, e igualmente válidas “Take me home” y el tema cierre “Hollywood movie star”. La sutil y equilibrada presencia de solos por parte de Paul también está muy conseguida, e incluso en ocasiones forman un ente importante y altamente participativo como en la citada “Date with destiny” o en la no menos pegadiza “Once in a lifetime”.

Este álbum no será trascendental, ni marcará un hito en el género, pero gusta. Así de simple y con eso uno se da más que por satisfecho. Después que Bonrud ayude o no a levantar la Demanda del rock melódico… son datos futuros e inciertos para nosotros.