Meldrum: Blowin Up The Machine

A medio camino entre el rock más oscuro, el punk-rock y la mala leche propia del periodo de menstruación de las féminas humanas. Esa sería la descripción más adecuada para la música de MELDRUM, una bandam de chicas formada alrededor de la veterana Michelle Meldrum,  que algunos recordarán por haber sido en su dia miembro de PHANTOM BLUE y que a otros les sonará porque a dia de hoy es la esposa de John Norum de EUROPE.

Con una formación ya estable y un contrato discográfico recien firmado con el sello italiano Frontiers Records, MELDRUM editan ahora su segundo disco, tras un poco publicitado “Loaded Mental Canon”, que fue editado en el 2001 por el sello Record Heaven. Como es de lógica, las chicas se han sabido rodear de dos de sus apoyos más consistentes a lo largo de los años para terminar de dar forma a su disco: por un lado, el batería de STRAPPING YOUNG LAD, DEATH y mil más, Gene Hoglan, y Lemmy Kilminster de MOTORHEAD. El primero ya era un viejo conocido de Michelle Meldrum, pues formó parte de WARGOD cuando ambos tenían unos veinte años menos que ahora. Lemmy, por su parte, hace lo mismo de siempre: tiene debilidad por las bandas con mujeres al frente y por algún motivo siempre termina colaborando de una manera u otra con ellas. Ya sean GIRLSCHOOL, WENDY O’ WILLIAMS, SKEW SISKIN o MELDRUM, el viejo Lem nunca falla y demuestra coherencia apoyando la labor de sus compañeras del sexo opuesto en la música. Lemmy colabora poniendo su voz en uno de los temas del disco, “Miss Me When I’m Gone”.

“Blowin’ Up The Machine” es un disco de afinaciones bajas (¿tendrá algo que ver que marido y mujer se pongan de acuerdo en éstas cosas?) y de temas cargados de mala leche. “Exploited” o “Down Your Throat” no son precisamente odas al azul del cielo o a la pureza del agua embotellada, sino autenticos trallazos que te dejan planteandote de dónde demonios sacan estas tipas semejante mal humor como para componer este tipo de canciones. Sin embargo, también tienen un componente mucho más rockero, en el sentido puro y setentero de la palabra, y eso se vislumbra en piezas más melódicas, de la talla de “Get Yours”, “Hang Em’” – la mejor del disco, periodo. Hay espacio para la balada de turno (“Get Me Outta Here”) y para algún que otro tema de relleno, pero en el fondo es un buen disco, si bien demasiado frío sonicamente para ser el estilo que es. Falta un sonido de guitarras más retro para terminar de darle sabor a las canciones. Que una banda como MELDRUM suene tan limpia y cristalina es como irte a un bar gay leather y encontrarte a todo el mundo afeitado y con abdominales ferreos. Guarrería, por favor.