Divine Heresy: Bleed The Fifth

¿Así hubieran sonado Fear Factory de no haberse marchado Dino Cazares tras ‘Digimortal? Quién sabe, pero a veces es mejor seguir caminos separados y que en vez de tener una buena banda, tengamos la oportunidad de escuchar dos. Está claro que Divine Heresy no llegará a la altura comercial ni a la popularidad de su anterior banda, pero siempre es bueno tener de vuelta a un músico tan comprometido como Dino Cazares. Brujería volaron libre sin él, y Asesino no tuvo la repercusión esperada, así que lo mejor, tras su participación en el ‘All Star Sessions’ del aniversario de Roadrunner, era volver al panorama actual de esta manera.

De nuevo confiando el citado sello en el menudo guitarra de Méjico en Europa (Century media lo distribuirá en EEUU), y bajo la producción de Logan Mader (¿qué hace este tío produciendo cuando debería estar todavía tocando?), se ha rodeado de Tommy Best para que cante en su nueva banda, y de Tim Yeung para ocupar el puesto de batería. Todas las partes del bajo y guitarra han sido grabadas por Cazares, aunque el puesto para la inminente gira será ocupado por Joe Payne. 

La verdad es que hay mucho material, sobre todo el que cede melodía en los estribillos que parece estar escrito para su ex-compañeros, en especial con Burton C. Bell; las comparaciones son odiosas, sí, y que duda cabe que en este caso las habrá a montones. De hecho, a unos cuantos temas, de haberlos puesto voz el citado Bell, seguramente pocos hubiéramos notado diferencia entre la batería de Herrera y Yeung.

Han preferido condensar en diez temas, sobrepasando la media hora de duración, a rellenar un disco de debut sin más. Velocidad, caña pura y dura, con toques extremos bastante cercanos al death, y con una agresividad en las voces presentes en casi todo momento. Quizá los momentos más destacables sea cuando aparece la melodía, y Best debería haberse decantado más por ese registro, como demuestra su buen hacer en ‘Impossible Is Nothing’, ‘Royal Blood Heresy’ o ‘Savior Self’. 

Pocos momentos de descanso en la presentación de Divine Heresy; tan solo al final con ‘Closure’ Cazares reduce la velocidad de sus manos y Yeung la de sus pies para cerrar el álbum.