Hay una evolución enorme respecto sus comienzos y son maestros del actual post metal-shoegaze. Actualmente suenan a mezcla entre los Anathema actuales y Alcest pero mantienen su sonido único y la denominación de origen. Atmósferas opresivas, espiritualidad y momentos agónicos para uno de los discos del año y ya no sólo en su estilo…

La tierra de los hielos perpetuos posee en la actualidad un panorama musical espectacular para una población de poco más de 300000 personas. Sólstafir asombraron al mundo con “Svartir Sandar” y siguieron creciendo después de otra maravilla como fue “Ótta”. Hay una evolución enorme respecto sus comienzos y son maestros del actual post metal-shoegaze. Actualmente suenan a mezcla entre los Anathema actuales y Alcest pero mantienen su sonido único y la denominación de origen. Atmósferas opresivas, espiritualidad y momentos agónicos para uno de los discos del año y ya no sólo en su estilo… en general. Sus trifulcas con su exbatería o los apoyos políticos quedan relegados, pues “Berdreyminn” merece todos los elogios.

Temas largos con desarrollos atmosféricos en los que aparecen borbotones de genialidad y saturaciones de sonido para crear ambientes opresivos y densos. Abren con “Silfur-Refur”, una pieza maestra que cuenta con su propia intro ambiental y en la que Aðalbjörn «Addi» Tryggvason canta de forma opresiva y agónica a lomos de una línea vocal preciosa. Posiblemente el tema más redondo hasta la fecha, y eso que tienen material excepcional –este disco incluido-. Gran papel de los teclados y sintetizadores para atacar un “Isafold” con una entrada a lo Alan Parson Project entre tinieblas. Gran trabajo de guitarras dando mucho protagonismo a las partes instrumentales en la que se vuelve a salir la línea vocal y la voz de su líder. En “Hula” se adentran en tempos pausados y añaden voces líricas de fondo consiguiendo una belleza potenciada por la atmósfera inquietante del corte. Señalar el gran trabajo de composición y producción, con repuntes orquestados

Se agradece cuando el combo electrifica su música y acelera como en “Naros”. Bajo dominante por parte de Svavar «Svabbi» Austmann y oscuridad a raudales. Asombra la sencillez minimalista de “Hvit Saeng”, con teclado y escobillas de inicio para retomarla de forma potente ya con todo, dotada con un magnífico estribillo apoyado por coros. Puede que sea el tema más redondo junto al que abre el disco. Y hablando de temas grandes la que cierra el disco es quizá la que más gustará a los metaleros. “Blafjall” va para himno, con ese teclado de iglesia y esa velocidad endiablada. Preciosa es la entrada de “Dyrafjordur” acercándose bastante a lo que suelen ofrecer Lacrimosa aunque al estilo islandés. “Ambatt” cumple con ese piano liderando pero quizá no sea lo que más brilla entre la neblina matinal

Parece que a Sólstafir el cambio de batería les ha sentado bien. Sus trifulcas y cruces de declaraciones con Gudmundur van a continuar pero está claro que él no era imprescindible y que “Berdreyminn” es otro paso adelante en un ascenso que parece imparable. Su post metal atmosférico suena fresco y atractivo y da otro paso adelante hacia la consolidación. La gracia de estos vikingos es que suenan diferentes a casi todos. Ese es precisamente uno de los grandes logros de las bandas de la isla helada. Atmósferas, densidad, terrenos lúgubres, neblinas y mucha belleza y agonía.

Grupo:Solstafir

Discográfica:Seasons of Mist

Puntuación:8

Canciones:

  1. Silfur-Refur
  2. Isafold
  3. Hula
  4. Nárós
  5. Hvít Sæng
  6. Dýrafjörður
  7. Ambátt
  8. Bláfjall

Año:2017-06-02

Votación de los lectores:5