Baaba Kulka: Baaba Kulka

Si te gusta el riesgo y amas a Iron Maiden, posiblemente no deberías dejarte perder a esta peculiar y arriesgada banda polaca. Baaba Kulka toman diversos temas de la banda de Steve Harris y se atreven a grabar unas interpretaciones muy suyas de clásicos atemporales de la doncella de hierro. Serán muchos los que se lleven las manos a la cabeza al escuchar flautas, programaciones, samplers deudores del trabajo de Anton Maiden y una vocalista femenina comandando el proyecto. Para terminar de provocar úlceras al personal, la portada es más fea que pegarle a un padre y su foto de promoción es un homenaje al “todo el mundo puede ser fotógrafo” y al “yo no necesito usar photoshop”. Juegan con fuego, de eso no hay duda.

Pero si uno es abierto de mente y le gusta el folk y lo atrevido puede ver cosas interesantes en este proyecto, que dicho sea de paso, puede conseguir más adeptos con quienes nunca han escuchado a Iron Maiden que entre los fieles devotos. Hay canciones realmente horripilantes como la que abre: “The Number of the Beast”. Ralentizar una obra maestra es un error absurdo La extensa “To Tame a Land” con aires arábigos empieza bien pero harta hasta al más pintado. Uno de los grandes aciertos es haberse atrevido con temas menos conocidos, lo que demuestra que esta gente está realmente metida en el grupo británico y se supone que lo han hecho desde el respeto.

Mejoran las cosas con la folkie “Wrathchild”, posiblemente la mejor, con esa flauta travesera y con la voz de Gaba Kulka que llega a recordarons a Jinx y a sus primerizos Coven, esa banda folk que fue la primera en jugar con el satanismo. Atención también al “Children of the Damned” derivando hacia el jazz rock ácido intimista, de aura positiva y tremendamente accesible. Otra genial es el “Flight of Icarus”, perfectamente adaptada a balada o el inicio de “The Clairvoyant”, muy respetuoso con la original. A pesar de mantener la línea vocal primitiva le han realizado unas orquestaciones que indagan en los ritmos latinos capaces de provocar más de un sarpullido a los más acérrimos fans. Rematan con un “Still Life” irreconocible, cercano al fado portugués. Lo que hay que ver y escuchar…

Aunque me ganaré las antipatías de muchos prefiero un tributo así que otro de grandes nombres calcando los temas de Iron Maiden.Evidentemente que hay temas inescuchables, pero los que han salido bien, son geniales. Sería muy interesante ver esta banda en festivales y grabar discos tributo a otras bandas. La cosa promete, aunque van a cosechar más insultos que aplausos…