Avenged Sevenfold: Avenged Sevenfold

A su manera. Eso es lo que deben de estar pensando AVENGED SEVENFOLD desde hace unos años. A pesar de que en sus primeros trabajos optaran por un hardcore metálico que apuntaba buenas maneras, sobre todo por el auge de ese estilo, todo cambió hace dos años. Nunca se sabrá si fue realmente por el problema vocal de M.Shadows, pero el estilo de A7X cambió notablemente para ‘City Of Evil’, incluso recurriendo a la ayuda del profesor de canto Ron Anderson; y lo hizo para bien. 

Sonido igual de metálico, pero con mayor apoyo clásico, tanto en las voces como en la música. De repente los punteos y riffs de Zacky Vengeance y Synyster Gates empezaron a sonar ochentenos, pero con los medios actuales. No resultó una sorpresa que bandas consagradas los citaran como una de las nuevas promesas del metal contemporáneo; además, para acompañar tan buenas críticas consiguieron vender más de un millón de copias, que viendo como está el asunto de este estilo de música, es todo un logro. 

Así que lo que encontramos en su nueva obra es una sucesión lógica de aquel disco que los catapultó a la fama. A cuentagotas fueron llegando noticias y adelantos de este álbum, que lo único que conseguían eran aumentar las ganas de tenerlo entre manos. De nuevo se desmarcan en un estilo clásico, echando la vista años atrás para buscar inspiración en Pantera, Metallica o Guns N’ Roses, por citar solo algunas de las más grandes bandas a las que pueden recordar A7X. ‘Almost Easy’ y ‘Critical Acclaim’ fueron las primeras en ser escuchadas, y la calidad que desbordan es bastante alta. La primera se trata de un corte muy melódico en su mayoría, a lo que ayuda un piano de fondo, rápido y directo; la segunda, a la que da entrada un teclado con tintes épicos a la que se une un punteo lleno de sentimiento, enseguida desemboca en un tema más pesado, machacón, aunque no falten en él los cambios de ritmo y unas partes de solos que bien podría haber firmado Slash. 

El caso es que con dos adelantos como esos, uno ya va predispuesto a escuchar uno de los discos del año, y así se trata. Y lo es con un trabajo de lo más completo. ‘Scream’ suena más pesada, y misteriosa por momentos; con ‘Afterlife’ juegan a los cambios de ritmo acentuando la melodía en sus composiciones, y adornando la música en algunos pasajes con orquestaciones de fondo. Sin parar, encontramos el momento más dulce, con Shadows cantando sobre una acústica en ‘Gunslinger’ para transformarla poco después en una semibalada eléctrica de lo más efectiva. 

La segunda mitad del álbum sigue parámetros parecidos, pero alargando la duración de las canciones. ‘Unbound The Wild Ride’ se trata de un tema rápido, pero sin contundencia, buscando apoyo en unos teclados de fondo que se convierten en uno de los elementos más destacados del disco en muchos momentos; es también en ese corte donde podemos escuchar por primera vez la colaboración de la vocalista Shanna Crooks. Su otra aportación es en ‘A Little Piece Of Heaven’, de largo el tema más raro de la carrera de A7X. En algunos momentos me ha recordado a Stravaganzza, con adornos varios durante buena parte de sus ocho minutos; en otros, a una fantasía sacada de ‘Pesadilla Antes De Navidad’ con multitud de personajes; en cualquier caso, una gozada el riesgo tomado con un tema tan atípico. 

Completan el álbum ‘Brompton Cocktail’, otro tema más pesado, ‘Lost’, el tema más rápido de este trabajo, y donde de nuevo vuelven a hacer gala de un lado muy melódico, y para terminar, la sencilla balada ‘Dear God’, donde dejan apartada su agresividad, rapidez y locura, y dan rienda suelta a su lado más íntimo. Un punto y final idóneo para uno de los trabajos que más ganas tenía de escuchar este año y que ha colmado las expectativas. Si bien ‘City Of Evil’ costaba un poco de asimilar, con su continuación homónima sucede un amor a primera vista que solo les puede traer cosas positivas.