Gene Simmons: Asshole

La trayectoria de Gene Simmons al margen de KISS siempre ha apostado mas por el efectismo que por la calidad real. Es por eso que, mientras que Paul Stanley mantiene en el secreto mas profundo el contenido de su nuevo disco en solitario,  Simmons ha estado meses hablando de lo que iba a contener su disco. Los roles secundarios en películas de segunda fila, sus experiencias en el mundo de los negocios con mayor o menor éxito y su calidad de “opinador” nato acerca de todo en general lo han convertido en un cascarrabias egocéntrico y avaricioso en los ojos de la realidad. Pero estoy seguro de que Simmons rie de todas esas críticas mientras va de camino al banco. Totalmente seguro, vamos.

“Asshole” es el disco que mejor puede definir la personalidad del bajista y líder comercial de KISS. Gilipollas. Él sabe que lo es, sabe que la gente piensa eso de él, y no escatima medios para autoproclamarse como el gilipollas mayor del reino. Dejando a parte el movimiento poco inteligente de titular a un disco de este modo en un país tan retrógado como Estados Unidos (lo que le costara cualquier tipo de presencia en la radio-algo que tampoco habría sucedido pensandolo bien-), su primer trabajo en solitario en 25 años es igual de ecléctico que aquel “Gene Simmons” editado en 1978.

Desde colaboraciones con Bob Dylan en “Waiting For The Morning Light” –básicamente Dylan le mostró un par de acordes, pero Simmons sabe que soltar nombres y apellidos siempre vende-, hasta deshechos de los años 70 que nunca fueron utilizados por KISS, como “Sweet & Dirty Love”, “Asshole” se convierte en un disco concebido a base de parches, afectando al resultado final.

La nota que tiene el disco es simple: son la cantidad de canciones admisibles que hay en el compacto. “Asshole” es un tema comprado a la banda noruega SHIRLEY’S TEMPLE que resuena con sincero optimismo y que contiene líneas vocales excelentes de Simmons. En segundo lugar, el mencionado “Sweet & Dirty Love” es el tema mas similar a cualquier cosa que KISS hayan hecho en su historia, y por tanto un buen nexo de unión entre el nombre de quien firma éste disco y todo la –forzada- variedad de temas que hay en él. “Carnival Of Souls” es, aunque a muchos les pueda parecer un mal tema, uno de los mejores riffs que he escuchado en años. “Black Tongue”, el tema que construyó a partir de unas ideas de Frank Zappa y que ha contado con la colaboración de su hijo, Dweill Zappa y toda la familia del fallecido músico haciendo coros, aporta un groove que ya querría para si Lenny Kravitz en sus momentos mas funkys. “Dog” es un divertido tema de hilo musical con una curiosa estructura y unos logrados aullidos que el propio Simmons ejecuta que consigue que arquees la ceja pero que acabes coreando los melódicos aullidos del bajista con la lengua más larga del mundo. Por último, “Whatever Turns You On”. Un buen tema de anuncio de seguros con un Simmons mas que inspirado en la aplicación rítmica que da a sus partes vocales.

Saliendo de esos seis temas, el resto es un horrible ejercicio de sonar actual sin conseguirlo. “Firestarter”, la versión de PRODIGY, es lamentable. La balada de Dylan, un tostón. “I Dream I Thousand Dreams”, una broma de mal gusto. Y “Weapons Of Mass Destruction” un tema que, de haberse trabajado más habría sido genial, pero que queda como una maraña de ruido y voces multiplicadas hasta el infinito. Y mejor olvidarnos de “Beautiful”, “If I Had a Gun”  y “Now That You’re Gone”. De todas maneras, es el único miembro de KISS que ha tenido valor a poner en circulación nuevo material original. Ya hace seis años desde la edición de “Psycho Circus” y, ciertamente, no se ve ningún disco nuevo de KISS en el horizonte. Y no, no me refiero a directos ni recopilatorios.