Atsphear: Ascent Descent

Innegable el trabajo de los mostoleños ATSPHEAR que tras su travesía por el desierto han reconducido su carrera por nuevos derroteros que traen aire y esperanza a este combo labrado a base de trabajo. Y no lo diríamos sin conocimiento de causa, y es que a base de insistir e insistir, este quinteto del extrarradio madrileño ha sido capaz de logros importantes como el de conseguir un contrato discográfico en un país tan poco considerado con los músicos estatales como es España; o meter la cabeza en un festival tan relevante en la capital como Festimad Sur en su edición de 2006 – por aquel entonces no había ninguna clase de Electric Weekend –, en el que compartieron escenario con bandas como TOOL, ALICE IN CHAINS, DEFTONES o SOILWORK.

Pero todo esto es cosa del pasado y lo que nos ocupa es lo que tenemos entre manos. Probablemente cualquier que haya seguido a la banda, aunque sea de pasada, conocerá el hecho que les ha traído de cabeza en los últimos tiempos. Y es que la salida – no se hasta que punto inesperada, pero sí sorpresiva, al menos desde fuera- de su anterior cantante Rafa supuso un varapalo importante para la formación que había movido el nombre del grupo por todo el territorio apareciendo en programas de radio de primera línea, medios de comunicación y zines. Incluso colocaron algún tema entre recopilatorios de diversa índole, indicador de que aquello estaba en movimiento y de que tenía futuro. La guinda para aquel pastel la puso su concierto en El Sol, abarrotando la sala y ofreciendo una buena ración de metal vertiginoso que causó buena impresión para aquellos que los empezábamos a conocer por aquel entonces.

Luego llegó el parón, y hace ya unos meses la solución. En la persona de Juan Domínguez han encontrado dos cosas. Por un lado, el reemplazo esperado y necesario para seguir adelante. Y por otro, la personalidad adecuada para hacerse cargo de una parte colaboradora importante en el proceso de creación de los temas. Hay cambios pues en el horizonte, y es que parece que el resto de miembros de han contagiado con esta nueva entrada en el seno de la formación. Lo que antes era algo muy cercano al death melódico “made in Gothenburg”, ahora toma un cariz bastante diferente, comenzando con los nuevos registros vocales, que aunque parezca un tópico, aúnan modernidad y rescatan la técnica del pasado, abriendo miras a una banda que quizá estuvo demasiado influenciada por IN FLAMES o DARK TRANQUILLITY en su día. Por otro lado, las guitarras. Y merece un punto y seguido, porque el cambio ha sido bastante sensible. Mucho más afiladas, heavies, con presencia en los temas y con una pegada difícil de igualar. Muy bien en este aspecto, y es que las horas de ensayo se notan. No pasan por ser las típicas progresiones que suben en intensidad hasta llegar al culmen del tema, con las clásicas voces desbocadas poniendo toda la carne en el asador. Ahora el contraste es mucho mejor, y no me aventuraría a dar muchos nombres a los que poder asemejar la música de ATSPHEAR, ya que son tantas las influencias y tan pronto suena a esto que a aquello, que sería fácil equivocarse sin dar con la banda que más pudiera casar con la línea de la música de este “Ascent Descent”. Eso sí, sí que puedo apuntar al endurecimiento puntual de ciertos tramos de “Ascent / Descent”, “Oblivion” y “The Chase”.

No todas las novedades acaban aquí, y es que además de los aires modernos “Ascent / Descent”, encontramos la colaboración de una vocalista femenina llamada Amaya López procedente de la banda THISIDE. Buen detalle, como los que suelen caracterizar a la banda. Y es que siempre han estado preocupados de tener gestos hacia y por sus fans, cuidando detalles como diseño web, materiales de descarga y demás. Sin ir más lejos, el propio EP puede ser descargado desde su propio site de forma gratuita.

El “pero” que se le puede poner a este adelanto es el propio hecho de ser un material con apenas tres temas y menos de 12 minutos de música que casi no da para obtener una rápida impresión de por dónde van los tiros a día de hoy en ATSPHEAR. Eso, y la mezcla que a buen seguro que con más medios podría ser mejor, sobre en el plano de la batería con respecto al resto de música y voces. Y es curioso porque es más patente en los dos primeros temas que en el tercero, así que desconozco si se debe a una cuestión de sesiones de grabación diferentes o a alguna otra causa corregible. Por lo demás, no tengo dudas de que la banda seguirá trabajando en una línea ascendente y que podrán seguir consiguiendo oportunidades para demostrar su valía en el ya de por sí complicado panorama nacional. ¡Desde aquí les deseamos suerte!