Polución Acústica made in Sweden

Anton Gustavsson es un sueco freakie que con un ordenador y un par de huevos
ha conseguido ser más creativo y original que los millares de grupos
power fotocopia, centenares de clones derivados del sonido Gotemburgo o el enésimo
proyecto progresivo de cualquier ex de Dream Theater. El simpático sueco
se bajó unos midis cutrillos de sus adorados Iron Maiden y con el micro
de su ordenador imitó a su venerado Bruce Dickinson con su espectacular
acento sueco. La voz de Anton es tan horrible que hasta podría competir
con el mítico Paul Di’Anno (primer cantante de Maiden) en su etapa
actual. Contento con el impagable resultado y aprovechando las autopistas de
la información, colgó en su página tan magna obra. Maravillas
como estas no pueden ser disfrutadas sólo por su familia y amigos. Lo
increíble del tema es que el curioso proyecto de Anton empezó
a ser conocido en su Suecia natal e incluso se incluyó en un CD recopilatorio
su versión del “Run To The Hills”. Su curiosa iniciativa
le llevó a grabar más greatest hits (nunca mejor dicho) y hasta
diseñar una lamentable portada. Atención al logo: un glorioso
homenaje al copy-paste y a la fuente Times New Roman. Su foto hace honor a la
frase: una imagen vale más que mil palabras.

Cuando el sr. batería de la banda de Hardcore Surrender 6892 me descubrió
a tal fenómeno me decidí a darlo a conocer en los foros de metal
nacionales.
No hay más que escuchar al alarido demencial de “Number of the
Beast”, es tronchante, al igual que la introducción narrada por
el mismo. En The Trooper” no acierta ni un tono y masacra sin piedad una
canción legendaria. Hay momentos es que su micro “made in Pryca”
tiembla peligrosamente. En “Can I Play With Madness” los midis son
sencillamente tan horrendos como su voz. Atención especial al interludio
que precede al solo: “uohhhh, listen to me”. En “Die with
your Boots On” aporta algo de cosecha propia y añade una sonrisa
malévola demencial. “Children Of The Damned” es quizás
lo peor de lo peor. Dan ganas de patearlo hasta que se calle hasta al más
pacífico. El midi de “Seventh Son Of A Seventh Son” es tan
indigesto como la propia voz de Gustavsson. En “Run To The Hills”
consigue que te tomes al pie de la letra el título de la canción:
huye a las colinas nada más oírlo. Lo mejor de todo es que la
etapa Blaze Bayley que tributa el delicioso freakie no es tan escandalosa y
tronchante como la de Dickinson. Cortes como “Lord Of The Flies”
los hace pasables. Eso sí, consigue que Balze Bayley a su lado sea un
grandioso cantante.

Una vez escuchada con detenimiento esta freakez máxima, uno se pregunta
si era realmente necesario colgarlo en la red. Todo el mundo canta en la ducha
o en la habitación, pero… ¿hacía falta compartirlo
con toda la humanidad?. El logro de Anton no es sino compartir con el mundo
algo que todos los fans de Maiden hacen, que es berrear las canciones sin tener
ni puta idea de saber cantar. No merece tantos insultos ni amenazas de muerte
como ha cosechado. Anton hubiera arrasado en programas al estilo “Y usted
que sabe hacer” o “el semáforo”. Glenn Hughes nos decía
en una entrevista reciente que Dios había regalado a cada mortal un don
especial. En el caso de Anton, su regalo divino es que no tiene vergüenza
alguna de nada. Lo mejor de todo es su web, con infinidad de fotos sobre su
familia y colegas de su tierra.

Anton ha dado un toque de humor al legado de la doncella. Si llega esto a oídos
de Harris estoy seguro que disfrutaría de verdad. Anton Maiden representa
la enorme cantidad de tonterías que puede llegar a hacer un fan por su
banda favorita. Y es que hay amores que matan…

Jordi Tarrega

Grupo:Anton Maiden

Puntuación:11

Año:2003

Votación de los lectores:7.1