Con una escena musical como la actual, sorprende la existencia de un grupo como Lowdown. No por su orientación musical, sino porque el sonido por el que ha optado un formación proveniente de un país, Noruega, cuyos vínculos con el metal han derivado en un cuasi monopolio por parte de las formaciones dedicadas a escandalizar gracias Al black y el death. En su lugar, Lowdown ha optado por apostar por las tendencias más modernas del metal provenientes, casi todas ellas de Estados Unidos.

 

Su música podría definirse como una mixtura del Thrash más moderno, encarnado por las contundencia de Pantera o algunos largos de Machine Head, con obvias influencias de grupos como Lamb Of God O mudvayne. Una decisión que no les granjeará muchas simpatías no solo en su país, sino también en todo el continente europeo, pues no son pocos los que siguen viendo cualquier influencia del nu metal como algo ajeno, proveniente de una moda exclusivamente estadounidense y de poco valor musical. De ahí que sea merecedora de elogio la apuesta por un sonido que en un continente natal no tiene garantías de lograr prosperar y que dada la modestia de la banda difícilmente logrará calar entre su público potencial, separado de ellos por todo un océano.

 

Analizando fríamente la música de Lowdown, lo más sorprendente -y a la vez contradictorio- es la apuesta completa por el medio tiempo. Absolutamente todas las composiciones de “Antidote” se basan en este ritmo lento, pesado y contúndete, lo cual le imprime un carácter muy personal pero que a la vez constituye su mayor debilidad. Cuando todas las pistas siguen el mismo patrón, a la mitad de la escucha comienza a echarse de menos que la banda no le imprima más velocidad a algunos temas que por culpa de esta decisión derivan en una acusada monotonía. La sensación de que las canciones forman un todo es una rémora para su escucha, pues priva de poseer personalidad propia a temás con un gran potencial .

 

Que tampoco se hagan despliegues de virtuosismo o exhibiciones en forma de solos, optando por la repetición intensa e hipnótica de los riffs, no es la mejor forma de compensar carencias obvias. Apostar de forma demasiado evidente por una fórmula poco original es el gran lastre que marca este disco, sobre todo porque esta carencia de personalidad hace que sus influencias queden desnudas de forma flagrante. Es inevitable no escuchar cualquiera de sus temas y que no vengan infinidad de nombres a la cabeza, pero difícilmente se retendrá el sonido propio de Lowdonw.

 Por fortuna, no todo son reproches y ahí numerosos aspectos que dejan claro que Lowdown cuenta con medios con los que labrarse un futuro cómodo si ponen esfuerzo de su parte. La labor vocal hace gala de una agresividad encomiable, encajando a la perfección con una producción que sabe hacer hincapié en la contundencia de que este sonido necesita. La instrumental "And Reborn", con sus dos minutos de pasaje acústico o ” Be The Clown”, de una ferocidad inusitada para un medio tiempo, son quizás los temas que mejor definan la propuesta de esta joven formación, de la que se recomienda la escucha de sus pistas por separado. En primer lugar porque su sonido es ideal para una descarga de tensión, pero solo por unos instantes, y después porque evitar la confusión de un tema con otro es la mejor forma de apreciar la propuesta musical de estos escandinavos.

Jose Antonio Martín Pablos

Grupo:Lowdown

Discográfica:Black Balloon

Puntuación:7

Canciones:

  1. Inside Revelations
  2. Nothing Will Come
  3. The World has Ended
  4. Sick Page
  5. And Reborn
  6. Be The Clown
  7. Chaos In Harmony
  8. Stick It In
  9. Me Vs Everything
  10. Your God Failed
  11. Imperfection

Año:2006