Emperor: ANTHEMS TO THE WELKIN AT DUSK

Muchos pensarán que por méritos propios, debería ser reseñado “In the nightside
eclipse” en vez de este “Anthems to the welkin at dusk”. Es indudable que ambos
son piezas básicas ya no solo del black metal o de la música extrema, sino del
metal en general.

Nadie hasta la fecha siquiera ha igualado la capacidad por componer un tipo
de música, de raíz black metal, con semejante grandilocuencia, majestuosidad
y épica, como lo han hecho EMPEROR.

La etiqueta que ellos mismos se colocaron, Sophisticated black metal art,
aunque pueda parecer algo presuntuosa, les va como anillo al dedo y se puede
entender a la perfección escuchando cualquiera de los 9 temas que componen esta
joya atemporal.

Los inicios de la banda están ligados a todas esas “batallitas” que todos hemos
leído alguna vez sobre el inner circle, Bergen, Mayhem, iglesias, Helvete, Euronymous,
encarcelamientos, asesinatos…y demás. Si bien es cierto que EMPEROR en su día
fue una de las bandas, por decirlo de alguna manera, más “duras” y más conflictivas
del movimiento, con el paso de los años y tomando como punto de inflexión este
disco que nos ocupa, han sabido alejarse de toda esa maraña de violencia y odio
injustificable.

Por las filas de la banda han pasado bastantes seres ilustres por diferentes
motivos, desde los que formaron en su última etapa, Samoth (GORGOROTH, ZYKLON,
SATYRICON), Ihsahn (PECCATUM, THOU SHALT SUFFER), Trym (ENSLAVED, ZYKLON) y
el teclista de sesión Charmand Grimloch (TARTAROS), hasta los que en algún momento
de sus carreras decidieron dejarlo o directamente fueron echados como el freak
de Mortiis, Alver, Faust ( actual batería de DISSECTION) o Tchort (CARPATHIAN
FOREST, GREEN CARNATION ).

Tras haber publicado “In the nightside eclipse” en el año 1994, EMPEROR se
ven obligados a cesar su actividad debido al encarcelamiento de Tomas Haugen
( Samoth ) penalizado por participar en el incendio de una famosa iglesia noruega.
Tras un período de 2 años, EMPEROR vuelven a la carga con renovada actitud,
formación y sobretodo sonido. En 1997 sale a la calle un Ep de adelanto de “Anthems
to the welkin at dusk”, llamado “Reverence” con una de las mejores y más oscuras
portadas de la historia y un tema que enseñaba por donde iban a ir los tiros
en el futuro, “The loss and curse of reverence”. Lo que se escondía en esa canción
eran las nuevas pautas a seguir por la banda: complejidad total, atonalidades
y disonancias por todas partes, sinfonismo, majestuosidad, en otras palabras,
Sophisticated black metal art.

“Anthems to the welkin at dusk” supuso en su día el rechazo de muchos de sus
“fans” antiguos por su acercamiento a conceptos tales como melodía, voces limpias,
teclados o “buen” sonido. (¿Acaso “In the nightside eclipse” no poseía estas
características?). Sin embargo, EMPEROR nunca obtuvieron el reconocimiento masivo
de unos CRADLE OF FILTH o DIMMU BORGIR, ¿Por qué? Pues a ciencia cierta no lo
sé, pero debo suponer que nunca invirtieron la misma cantidad de dinero en promoción
como las dos bandas citadas, por no hablar del sonido, claro está, la música
de EMPEROR no es tan “digerible” como la de unos CRADLE OF FILTH, para que nos
vamos a engañar, es una música compleja que requiere varias y detenidas escuchas.

El disco se abre con una “introducción” de 5 minutos llamada “Alsvartr (The
Oath)”, una de las mejores aperturas que he escuchado en mi vida, con coros,
tambores, samplers que simulan trompetas y cuernos…Oscuridad y grandilocuencia
en estado puro.

A continuación, de una forma empalmada, aparece el gran himno de EMPEROR, “Ye
entrancemperium” con un riff inicial compuesto por el señor Euronymous antes
de fallecer, obviamente, unas voces limpias bastante épicas y una velocidad
inusitada por momentos que recuerda a su anterior trabajo, amén del riff del
“estribillo”, de lo más complejo y rebuscado que he escuchado en mucho tiempo.

“Thus spake the Nightspirit” está inspirada en la obra «Así habló Zaratustra» del filósofo Friedrich Nietzsche
y sigue manteniendo las estructuras y características citadas más arriba. Atención
a la parte final del tema, la habré escuchado 47892034782378423832 veces y aún
sigue poniéndome la piel de gallina.

“Ensorcelled by Kaos” al igual que “The acclamation of bonds”, son quizá los
dos temas menos espectaculares del disco, pero aún así rozan la perfección,
de no ser por ello le habría colocado un 10 rotundo a este disco.

Con “The loss and curse of reverence” llegamos a la parte central del disco.
La “belleza” contrastada con la agresividad de este tema es sublime, a parte
de que contiene algunas de las partes más épicas y emotivas de todo el trabajo.
Si no habéis visto el videoclip de esta canción hacerlo, pese a no contar con
un gran presupuesto consiguieron en su día mezclar a la perfección imagen y
sonido de una manera eficaz y espectacular.

Para el final me reservo el mejor tema de EMPEROR según mi opinión y top 10
de la música en general para un servidor, “With strenght I burn”, probablemente
la canción que más veces haya escuchado en mi vida. Desde su inicio atronador
y rápido, hasta la parte central donde Ihsahn recita un texto con voz limpia
demostrando lo buen cantante que es y pasando por los minutos finales donde
se quita el pie del acelerador dando paso a la parte “emotiva” del tema con
unos punteados de guitarra muy emotivos y algún que otro riff death metal 100
%. Por méritos propios este tema ha sonado en el momento álgido de cada una
de las juergas de las cuales he sido partícipe en los últimos años, la parte
central es idónea para recitar en momentos de embriaguez máxima.

El disco se cierra a lo grande con la Outro “The wonderer”, tema que consiste
en la repetición indiscriminada de una frase o melodía de guitarra que va cambiando
de tonalidad constantemente, espero no ser el único al que le pone la piel de
gallina.

Estaría horas y horas escribiendo cosas acerca del que para mí es el mejor
disco extremo de la historia, pero no es cuestión de rallar al personal. Los
que lo conozcan supongo que ya sabrán de lo que estoy hablando, los que no,
¿A qué esperáis?