Shinedown: Amaryllis

Siempre he tenido la suerte de rodearme de gente que me ha recomendado (y descubierto) grandes bandas. En el caso de SHINEDOWN fue desde su debut, ‘Leave a Whisper’, vendiéndome al grupo tan bien y por una persona cercana, que tenía que confiar en lo que me decía. Un rock alternativo con alguna que otra influencia grunge que tenía en la balada ‘45’ su gancho para el público, y posteriormente en una versión sobresaliente de ‘Simple Man’ de LYNYRD SKYNYRD.

Es por eso que habiendo seguido la evolución del grupo desde entonces se ve desde otra perspectiva el éxito mayoritario que han conseguido. Personalmente no me convenció ‘The Sound of Madness’ tanto como sus dos primeras obras, si bien fue con la que más éxito y ventas consiguieron. Con este ‘Amaryllis’ parece que han dado un pasito más en su afianzamiento entre las bandas de rock más populares de su país con un disco bastante variado y con singles bastante claros. ‘Bully’ ha sido el primero, adelanto del álbum; radiable, aunando tanto el registro más melódico de Brent Smith como el más potente, y con un ritmo pegadizo. Han acertado de lleno en la elección, igual que podían haberlo hecho con temas parecidos como ‘Nowhere Kids’ o ‘Adrenaline’ (que abre el álbum), donde el grupo muestra su lado más rockero de manera muy evidente. ‘For My Sake’, aún sacando más sentimiento, también se podría encuadrar entre ellas.

El contrapunto lo tienen en los medios tiempos, de los que encontramos mayoría. El primero que encontramos es precisamente el que da título al álbum, donde fluyen de manera natural guitarra acústica y eléctrica, una seña característica en algunas canciones insignia del cuarteto. ‘Unity’ o ‘I»m Not Alright’ son más ejemplos de ese tipo de temas, si bien la segunda es algo más movida. Más en la onda de baladas tenemos ‘Miracle’ y sobre todo ‘I»ll Follow You’ con su comienzo pianístico, y ‘Through The Ghost’, encargada de cerrar el álbum. Pero si hay dos cortes que se desmarcan de los demás son ‘My Name (Wearing Me Out)’, frenética con su ritmo acelerado y un estribillo soberbio y ‘Enemies’, la más peculiar de todas. Precisamente me decía el amigo al que hacía referencia en el primer párrafo que si el principio no me sonaba a algo que ya había escuchado… y mi cabeza asociaba el ritmo de batería inicial a la versión de MARILYN MANSON de ‘Personal Jesus’… pero me tuvo que corregir, ya que se parecía en cierta manera a la también versión de WHITE ZOMBIE de ‘Children of the Grave’; después no tienen mucho que ver, pero ahí queda la coincidencia.

Cuatro años han tenido que pasar para ver una continuación discográfica, con un DVD en directo de por medio, ‘Somewhere in the Stratosphere’. La espera ha merecido la pena, ya que los de Florida demuestran que están en buena forma en estudio, con un disco a la altura de las expectativas.