Klone: All Seeing Eyes

Escuchar a bandas como KLONE supone reencontrarse con los viejos fantasmas de las envidias generadas desde hace décadas. Es entonces cuando uno se pregunta qué tipo de transformación se produce al traspasar la frontera con nuestro país vecino francés y por qué ellos sí y nosotros no. Esto es, por qué ellos tienen a bandas que triunfan internacionalmente – en su justa medida, eso sí – como GOJIRA o DAGOBA y nosotros no.

Bien, es verdad que por aquí últimamente nos llevamos alguna que otra alegría personificada en bandas del estilo de NAHEMAH, o cambiando de tercio, en formaciones como ANGELUS APATRIDA y compañía.  Pero para de contar. ¿Falta de calidad? ¿Falta de proyección internacional? Falta de lo de siempre. Por una razón o por otra no acabamos de despegar, y eso, a la larga es motivo de una envidia – diremos que sana- hacia toda esa hornada de bandas que miramos de reojo y que no podemos más que comparar con las nuestras para tratar de identificar las diferencias. Pero la evidencia es la que es. Y esto es aplicable a todos los géneros. Desde el black de ANOREXIA NERVOSA, al gothic metal de PENUMBRA o el doom de ATARAXIE e INBORN SUFFERING.

En cualquier caso, KLONE han dado con la llave que les abrirá más de una puerta. Probablemente será una de esas bandas cuyo recorrido se limite a un par de discos a editar en no más de una década. Pero hasta que llegue el final de su camino, el metal de corte moderno de los de Poitiers ganará más y más adeptos. Tienen argumentos musicales y cierta trayectoria. Y es que desde 1995 llevan dándole a esto de la guitarra, el bajo y la batería. Y además, tienen la osadía de añadirle un saxofón y meter bases electrónicas. Aquí es nada.

“All seeing eye” es el primer álbum que facturan junto a Season Of Mist. Un compendio de sonidos cósmicos, australes, que aúnan fuerza, garra y sensibilidad musical, ya sea en el terreno del metal progresivo, el stoner, o el propio metal llano y puro. Voces limpias y rasgadas. Pasajes atmosféricos y turbulencia sonora. La cosa va de contrastes y esto es algo que ya ha sabido explotar gente como los suecos BURST o si me apuran toda la armada norteamericana compuesta por ISIS, NEUROSIS, JESU, PELICAN, etc.

Por otro lado, es innegable el regustillo a distintos sabores que deja este trabajo de KLONE. Toques “toolianos”, “opethianos” y alguna que otra pincelada ácida ponen la guinda a un trabajo de 12 temas verdaderamente destacable. A destacar, el tercer corte “Promises” o el apacible, hipnótico e instrumental “Not The End”. La traca final la pone un tema como “Nightime”, la típica canción que volverá locos a tus vecinos. Con un comienzo a lo EPHEL DUATH, la cosa se vuelve más grave y acaba en un silencio casi perturbador.

Con la base mostrada y algunos medios más para la mezcla y la producción, la cosa desde luego puede pintar pero qué muy bien. Buen descubrimiento!