Black Country Communion: Afterglow

Es una pena que lo de BLACK COUNTRY COMMUNION haya acabado como ha acabado. Joe Bonamassa fuera de la banda, discutiendo via Twitter con Glenn Hughes y sin hacer un solo concierto de presentación de un señor disco como es este “Afterglow”. Las bandas diseñadas en laboratorio nunca suelen funcionar bien (no salieron bien las SPICE GIRLS forrándose de pasta, así que ¿cómo van a salir bien BLACK COUNTRY COMMUNION tal y como está el panorama del rock en estos momentos?) y el caso de estos genios del rock no va a ser distinto. Bonamassa es la mayor estrella que el blues ha dado en veinte años, de modo que no se va a pasar sus años más productivos a la sombra de una vieja gloria como Glenn Hughes, que es el peso pesado de la banda, a fin de cuentas. Lo peor de todo el asunto es que, dejando la lógica económica a un lado, lo que hacen BLACK COUNTRY COMMUNION es pura magia. Desde hace mucho tiempo no había una banda de classic rock con un feeling equiparable y es obvio que gran parte de ese feeling sale de la tensión y egos de todos los implicados, especialmente del trio Hughes-Bonamassa-Bonham.

Si los dos primeros discos fueron obras de arte del rock más puro, “Afterglow” es más de lo mismo. La psicodelia de los teclados de Derek Sherinian en “Midnight Sun” contrasta con el rock más crudo de “Confessor”, demostrando que la variedad es una opción cuando se trata de emular el pasado. Puede que falte un tema muy pegadizo como “One Last Soul” o “Black Country” pero eso es probablemente una apreciación condicionada por el poco tiempo que hemos tenido para familiarizarnos con éste trabajo. No obstante, si que hay que cavar un poco más para quedar enterrado en las composiciones de este trabajo, mientras que las de sus dos primeros discos eran arenas movedizas en las que caías y te ahogabas sin más.

El groove sigue siendo el elemento conductor de la mayoría de canciones rockeras del disco, caso de “Dandelion”, “This is Your Time” (un robo de todo lo que robaron LED ZEPPELIN, paradójicamente) o “Common Man”. Atención a los breves solos de la parte central de este tema, donde en espacio de cuatro segundos, cada uno de los músicos brillan más que otros en toda du carrera. Son insultantes, son la antítesis perfecta al estado sobreproducido del rock de hoy en día pero por desgracia también son historia. A partir de aquí, el futuro de BLACK COUNTRY COMMUNION tiene forma de interrogante. Luminoso. Parpadeante.