Tom Fuller Band: Abstract Man

Confieso que de nada conocía un servidor a don Tom Fuller, natural de Chicago, y la verdad, poco ha cambiado mi vida una vez presentados, pero es innegable que el chico tiene madera en cuanto a composición. Este guitarrista, cantante y compositor está obteniendo cierta repercusión gracias a este single llamado “Only in America”, pero desengañémonos, su actual relación con el rock es poco más que escasa.

Acústicas, simplicidad instrumental, efectos puntuales y sensación de desnudez y honestidad es lo que desprende el “hombre abstracto” esta vez. Podemos incluso emparentarle musicalmente con el Ray Wilson actual en solitario tanto en “Radio Man” como en la onda general que lleva el disco. “Lollipop Guild” es un tema precioso, un medio tiempo inspirado absolutamente en los Beatles más festivos, destacando las orquestaciones sencillas aunque muy inspiradas a lo “sargento pimienta”. De largo lo mejor del álbum, juntamente con “Midnight Pass”, algo recargada de efectos, y en la que firma un gran estribillo y una buena línea vocal.

Si la referencia a los fab four ya ha salido os aviso que a lo largo del compacto aparecerá una y otra vez. “Sunglasses Wardrobe” está también absolutamente basada en los escarabajos de Liverpool, especialmente en el estribillo y en esos coros que desprenden ondas positivas. El single afortunadamente se distancia del sonido británico y abraza sonoridades más de los States tipo Tom Petty. Buen corte que ya ha escalado hasta la octava posición de singles en su tierra.

La versión del disco es “Air That I Breathe” de los Hollies, que a decir verdad le ha quedado más que correcta. Hay que subrayar la labor de Christian Cullen al bajo, teclados y programación, fiel escudero y piedra angular del disco. Más eléctrica suena “Dragon Fight” aunque tampoco luce mucho por la voz distorsionada de Tom. Eso sí, se luce bien en el solo de guitarra.

Los temas no son muy extensos (pocas pasan de los tres minutos), Fuller va directo al grano y no se pierde en grandes alardes instrumentales. Las baladas conseguidas no pasan del correcto, no llegan a hacerse pesadas ni a pecar de ñoñas pero poco les falta.

Agradable al oído, con influencias excesivamente marcadas pero con potencial para llegar alto en las listas y gustar a todo tipo de públicos, desde los fans más acérrimos y nostálgicos de Beatles a seguidores del buen rock americano de autor. Pero seamos sinceros, está a años luz de lo que solemos reseñar en esta web. A pesar de ello conseguir sonar al cuarteto escarabajo y hacerlo con estilo y no caer en el intento… tiene su mérito.