Dungeon: A RISE TO POWER

The trauma begins, como bien titula su pista número diez, sería un buen ejemplo
para tildar la escucha de esta banda australiana.

Algo extraño el hecho de que en una isla tan grande, un género como el metal
esté tan poco arraigado, aunque existan ejemplos como PEGAZUS o DESTROYER 666,
pero, lo cierto es que DUNGEON suenan a la europea, sin arriesgar en absoluto
y enumerando por enésima ocasión cualquier directriz relacionada con un género
tan triturado como el power metal.

Después de escuchar este “A rise to power” se denota en el interior del oyente
que el final debió llegar años ha, percatándose de que todavía parece quedar
cuerda para rato. El grupo, no obstante, va de cara, no intenta engañar a nadie
etiquetándose como prog power ni nada por el estilo, ya con su portada preescolar
al más puro estilo Street Fighter ya te puedes hacer una idea de los contenidos
del disco. Aunque el álbum cuente con ligeros destellos instrumentales, resulta
completamente imposible escapar a la audición de los cánones estilísticos más
obvios, intros bélico-medievales, mayoría de temas rápidos y muy melódicos (la
mayoría se consiguen acelerando el estilo de los IRON MAIDEN de los 80) como
“A rise to power”, “Insanity´s fall” o “Where madness hides” y, en definitiva
una colección de quintas de guitarra ampliamente reiterativa. “The other side”
y “Stormchaser” pasan por ser sus temas más acertados debido a lo pegadizo de
sus estribillos, aunque, el corte “Traumatised” conseguirá, indudablemente,
sobresalir ante semejante hastío. Si bien la voz de “Lord Tim” se acerca bastante
a la de Joacim Cans, en este corte, inesperadamente, el grupo adopta unas directrices
parejas a lo que hoy conocemos como death metal melódico, ya se sabe, power
metal a secas pero con voz deathmetalera.

En fin, poco más a comentar de una banda que lleva más de 14 años en activo
y publica semejante barbarie, nada alejada, bien es cierto, de la moda imperante
que sigue imperando.