TURISAS + NORTHLAND

Madre mía. Si las bandas teóricamente "de moda" dentro del metal no son capaces de meter ni 300 personas en una sala que no llegó a la mitad de su capacidad… ¿Realmente a alguien le extraña que a conciertos como los de VIRGIN STEELE o SAMAEL (estos últimos teloneados por un montón de grupazos) asista tan poca gente? La verdad es que cuando entré a la sala el panorama era bastante desolador, máxime teniendo en cuenta que NORTHLAND son el grupo local que más chavalada arrastran actualmente.  Condicionantes como el día de la semana (un lunes) o la apretada agenda de conciertos tienen que ver, pero no acaban de explicar del todo el entuerto, ni mucho menos.

Cuando entré a la sala me encontré tocando a unos NORTHLAND sumidos en penumbras ya que las luces frontales del escenario (esas que permiten que les veamos el rostro a los músicos) estaban apagadas y tan sólo gozaban de luces verticales o proyectadas desde atrás, por lo cual pude presenciar unos minutos de sombras a ritmo de viking metal. Y digo minutos porque por desgracia entré cuando estaban tocando ya su último tema, su celebrado "Revenge". Cada día los conciertos empiezan más pronto, pardiez… Por el camino presentaron "Whispers In The Wind" a modo de antesala de los que será su segundo larga duración. Por lo poco que vi, siguen manteniendo ese directo consistente y potente, cada día con más tablas y mejor sonido. Teloneros ideales para una noche como esta.

Lo de TURISAS en directo parece ser una caída sin frenos. Remontémonos al año 2005, cuando se presentaban en Wacken a una hora ideal en el Party Stage cuando muy poca gente les conocía y con solo un disco editado en su haber "Battle Metal". Una gran oportunidad que supieron aprovechar. En aquella ocasión dieron el concierto del festival, comiéndose a toda banda nueva o consagrada por haber, desbordando una energía fuera de lo común y altamente contagiosa, en un momento en el que el único grupo de power viking que empezaba a dar algo de qué hablar era ENSIFERUM. Fue un concierto loco, muy trepidante y agresivo.  Las sucesivas veces que los he visto a posteriori se han ido desinflando. Lo que quiero dar a entender con este inciso es que el concierto de la presente gira en Barcelona no fue un mal concierto en sí mismo, sino un concierto insulso en comparación con lo que algunos sabemos que son capaces de ofrecer. Hubo cosas buenas y cosas malas, si bien la sensación que queda es decepcionante. Sin lugar a dudas, los recientes cambios de formación les han pasado factura. No es de extrañar. Siempre es difícil conseguir surcar los mares con el mismo nivel de intensidad, creando un clímax común, cuando no se es capaz de consolidar una formación que quizá en algún momento del pasado sí que lo consiguió (hasta nueve miembros han dejado la banda en los últimos años). Una parte de la culpa la tiene el que ahora prescindan de la imagen del acordeonista, que le daba el punto hilarante y alocado al asunto. A día de hoy sólo recuerdo haber visto en los noruegos TROLLFEST ese punto de locura que me transmitió TURISAS en directo en su día (si tenéis la oportunidad de verlos en vivo no os lo perdáis, mucho mejores que en disco). Actualmente la banda que comanda el señor Warlord ha decidido suplir las sonoridades de dicho instrumento con el apoyo de los teclados, hecho que le resta espectacularidad y pomposidad al directo. ¿Y ese sonido también de acordeón que no se sabe de donde sale? Pues lo realiza el guitarrista Jussi aplicando un filtro adecuado en su pedal en los momentos precisos. La verdad es que tardé en darme cuenta que los hacía él. Bastante curioso. Por cierto, su guitarra dejó de sonar, si mal no recuerdo, durante la interpretación del tema inicial, tardando bastante en arreglar el asunto con el técnico y empuñando finalmente otra guitarra en su lugar. Como nota sorprendente y al mismo tiempo agradable, la decisión de empezar el show con un tema como "The March of the Varangian Guard", de una forma solemne y calmada, con la banda cogiendo posiciones y dando la cara ante el público de forma contenida y lenta. Resulta sorprendente cuanto menos, ya que lo habitual en los conciertos de metal es dar el golpe de efecto de salida con un tema directo y arrollador. Sin embargo TURISAS demostraron que son capaces de canalizar la emoción de una forma distinta, algo que a título personal me agradó, pero que sin embargo pareció hacer un flaco favor a la hora de arengar al público.

Otro punto negativo en el directo de la banda a día de hoy es la voz del cantante  Warlord Nygard que lo que es cantar, esta noche cantó bastante poco. Muy limitado, ignoro si aquejado de algún mal, no dio abasto con los tonos ni cantó muchas de sus partes, mostrándonos en diversos momentos una voz carrasposa a modo de quiero y no puedo. A destacar, eso sí, la interpretación de "One More", el segundo tema de la noche y uno de los que mejor quedaron. Sin lugar a dudas , "Battle Metal" sigue estando muy por encima del resto de discos que han sacado, posee un encanto especial y unas composiciones de lo más redondas. "The Great Escape", "To Holmgard And Beyond" o la divertida "Shati-Waari" fueron otros de los temas interpretados. Lo cierto es que el set list gustó a partes desiguales, pero esto es algo que siempre obedece a preferencias personales, o sea que no lo valoraremos. Antes de marcharse de escena interpretarían la hímnica "Stand Up & Fight". Los temas que sonarían en los bises serían sus dos cortes más esperados. Por un lado "Rasputin", su popular versión de BONEY M que, todo sea dicho, se toman muy a la ligera a la hora de interpretar en vivo. De hecho, el parecido con la versión de estudio que tienen grabada es mínimo. No sonó muy bien, la verdad. Arena de otro costal es su clásico "Battle Metal", la canción que define a la banda, sin lugar a dudas.

Sin llegar a ser un show de suspenso, la banda mostró, para más inri, una actitud algo apática en según qué momentos, no tanto por la parte de Warlord, que estuvo bastante bromista, como por parte de los instrumentistas, ciertamente distantes. Muy a pesar de sus característico corpse paint, que a bien conservan, los fineses no transmitieron la sensación de querer dar demasiada guerra. Por otro lado, el concierto se hizo corto y los doce temas interpretados bastante pocos para ser la primera vez que giraban como cabezas de cartel, algo que debería de ser digno de celebrar, tal y como el mismo frontman apuntó en varios momentos dándonos las gracias y soltando algún que otro comentario divertido. A destacar lo gracioso de oírle hacer pedorretas con la boca cuando intentaba arengar al público y este no culminaba sus expectativas en cuanto a nivel de griterío.

Pueden darnos mucha más guerra, pueden repartir epicidad a raudales y hacer que el público baile como loco y se suba por las paredes. Doy fe. Pero necesitan tensar las cuerdas del arco para llegar a dar en la diana.