Toundra calientan motores para el lanzamiento de IV en Sant Feliu de Guíxols
Pocas cosas hay en este mundo tan cristalinas y sinceras como la actitud de este conjunto en un escenario: auténticos apasionados de la música, que se muestran tal y como son, sin florituras de rockstar ni vanidades absurdas, cuatro rockeros que lo dan todo con sus instrumentos.
A estas alturas está más que claro que Toundra son una de las bandas españolas dentro del ámbito del rock (a un nivel medianamente «»»underground»»», dejemos fuera a Extremoduros y similares) capaces de crear mayor expectación de cara a un nuevo lanzamiento. Con la publicación de «IV» prevista para finales de enero, los niveles de hype en la comunidad nacional son enormemente altos… y muy inteligentemente, viendo que aquí la tarea de preparar al público para el lanzamiento ya está más que hecha, la banda organizó una gira europea para hacerse ver una vez más, justo en el momento adecuado para avisar al público extranjero del inminente nuevo álbum. A este tour de una semana se sumó una fecha muy exclusiva en España, organizada en la sala TZVR de Sant Feliu de Guíxols (localidad en la que se ha grabado «IV»), la cual dispone de aforo para unas escasas 100 personas, cifra que, como era de esperar, se alcanzó tan sólo con las reservas anticipadas.
Precediendo a los madrileños tuvimos a Astralia sobre las tablas, trío procedente de La Floresta que presentaba su segundo álbum bajo el título de «Atlas» y que ya ha sido confirmado para la prometedora tercera edición del Aloud Music Fest en Barcelona. Durante poco más de tres cuartos de hora nos ofrecieron un post-rock muy delicado y sutil, que incitaba a perderse en sus suaves melodías, y consiguieron llamar la atención sobradamente de muchos de los allí presentes. Probablemente el único inconveniente de su actuación podríamos decir que fue el exceso de capas grabadas / samples disparados, haciendo pensar que quizá un cuarto miembro sobre el escenario daría mayor impacto visual y artesanal a su propuesta, pero en líneas generales está claro que el conjunto cuenta con lo necesario para dar rienda suelta de un modo más que aceptable a sus notables temas en vivo.
Sin perder un segundo, tras la actuación de los teloneros, Toundra ya estaban listos para colocar su material y lanzarse directos a ofrecer uno de sus característicos grandes conciertos. Como no podía ser de otro modo, la banda aprovechó la ocasión para mostrarnos algunos de los nuevos temas que su cuarta obra nos traerá dentro de apenas unos meses: «Strelka» fue la primera en caer, inaugurando su repertorio y gozando de una recepción extraordinaria por parte de un público que desde su último asalto en Bóveda (hará ya un año) no podía disfrutar de su magia en tierras catalanas. «Marte» proporcionaba el chute de adrenalina que necesita cualquier canción que se encargue de proseguir a un opener, mientras que el combo que forman «Magreb» y «Zanzíbar» nos llevaba al inevitablemente señalado como buque insignia de la banda, el excelso «II», causando entusiasmo con un buen repertorio de riffs de aquellos que consideraríamos más que «bien paridos».
Si el buen vino es aquel que mejora con los años, creo que es más que justo decir que aquellas bandas que mejoran cuantiosamente en directo respecto al estudio también merecen una gran exaltación, siendo este el caso de Toundra. Ejecución fascinantemente sólida: un auténtico muro inquebrantable en el que cuatro miembros muestran una coordinación y entendimiento absolutamente sobrenaturales. Además, no sólo son capaces de hacer mover enormemente al público de un estilo al que tampoco se asocia necesariamente mucha acción por parte de los asistentes, sino que también logran transmitir una enorme felicidad y satisfacción con la mera imagen de cómo tocan sus instrumentos y cómo disfrutan con lo que están haciendo. Pocas cosas hay en este mundo tan cristalinas y sinceras como la actitud de este conjunto en un escenario: auténticos apasionados de la música, que se muestran tal y como son, sin florituras de rockstar ni vanidades absurdas, cuatro rockeros que lo dan todo con sus instrumentos.
«Oro Rojo» sería el segundo adelanto de «IV» que sonaría en Sant Feliu aquella noche, haciendo la boca agua pese a que el sonido no fuese el mejor: el volumen se encontraba a tal nivel, que a lo largo de todo el concierto se hizo bastante complicado poder apreciar muchos de los matices de los temas, siendo este sin lugar a dudas el único aspecto a criticar de esta espléndida noche. La mágica «Bizancio» cerró el set principal para dar paso a lo que parecía un eterno ciclo en el que dejaban sus instrumentos y decidían interpretar un tema más tras la incansable insistencia de un público eufórico: hasta con tres bises nos deleitaron Toundra antes de dar por concluida su actuación, ofreciendo la siempre excelente «Ara Caeli» y dos temas más de su nuevo trabajo. Sin lugar a dudas, la mejor manera de calentar motores para lanzarse a la carretera por Europa… y también la de aumentar nuestras ganas de escuchar «IV» al completo. ¡A morderse las uñas!
Fotos: Maribel R. de Erenchun © (www.erenchun.com)
Día:2014-11-08
Hora:21:30
Sala:Sala TZVR
Ciudad:Sant Feliu de Guíxols
Teloneros:Astralia
Puntuación:8
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