THERION

Después de la desbandada en Therion difícil lo tenía Christofer Johnsson para volver a armar la banda Incluso confieso que la última vez que lo vi en Wacken, ya con Thomas Vikström la cosa no es que quedara muy lucida. A ello hay que sumarle la inclusión de un par de vocalistas operísticas que lucían más palmito que voz. Afortunadamente las cosas se han estabilizado y el grupo ha ensayado lo suficiente como para dejar a más de uno boquiabierto, pues si hay una banda capaz de dejarte alucinado, esa es Therion.

Los teloneros cumplieron pero quedó claro que los cabezas de cartel eran el único plato que la gente ansiaba. Su nuevo disco es una maravilla, y con ella han recuperado parte del sonido clásico. “Sitra Ahra” quedó espectacular, con los cuatro vocalistas turnándose uno detrás del otro. Una demostración de posibilidades y un final con las voces empastadas sencillamente sublime. Va para clásico.

Empezarían muy fuerte con la majestuosa “Wine of Aluqah”, con ese final grandilocuente y con un Snowy Shaw soberbio. Físicamente parece algo más delgado y envejecido, pero sus cambios de registros son geniales. Una pieza imprescindible para Therion. Su líder lucía un corte de pelo chocante y en los primeros copases lució bombín negro.“Typhon” y “Perennial Sophia” continuaron dejando patente que esta nueva encarnación de la banda es potente y fiable. Lógicamente las orquestaciones van grabadas y hay menos miembros en directo que en anteriores ocasiones, pero repito, los cuatro consiguen reproducir fielmente lo que demuestran en disco. Los coros con cánones polifónicos de “Hallequin” fueron de lo mejor de la noche. Y es que este nuevo disco te deja algo frío a las primeras de cambio, pero las sucesivas escuchas te demuestran que Johnsson ha vuelto a grabar una obra clásica. Lori Lewis y Katarina Lilja bordearon la perfección. Tras “The Siren of the Woods” y “Voyage of Gurdjieff” llegó el turno de rememorar ese gran “Secret of the Runes” con “Nifelheim”. Caerían también de ese disco “Guinnungagap” y “Ljulsalfheim”. Gran obra y grandes composiciones.

El rizo quedó rizado en la versión del “Dies Irae” de Mozart con otro precioso canon vocal. Sorychta, el invitado estrella, demostró sus galones en todo momento. Seguirían con “Call of Dagon” y la nueva “Kaly Yuga Part 3”, otra rotunda demostración de que su nueva obra vale la pena. Desgraciadamente no caería la monumental “Land of Canaan”.A partir de entonces empezó una recta final de infarto con la recuperación de la preciosa “Clavicula Nox”. “Enter Vril-Ya” del Deggial, otro de los discos injustamente olvidados y posteriormente las espectaculares “The Blood of Kingu” y “Lemuria”. Es espectacular como han trabajado las posiciones y cómo se reparten el protagonismo los cuatro cantantes. Posiblemente Levén es el cantante ideal para Therion, pero con Vikström Shaw tiene mucho más protagonismo y se compenetra a la perfección con su compañero. “Abraxas” predecería a posiblemente el mejor tema de Sitra Ahra: “Unguentum Sabbati” Sublime, así de claro.

La fiesta final en los bises incluiría la portentosa “Riseof Sodom and Gomorrah” y la esperada “To Mega Therion”. Dos horas deliciosas a manos de una banda inimitable que ha sabido recomponerse. Definitivamente el line-upo actual está a la altura de las circunstancias. Podemos echar de menos a Sarah Jezabel y a Mats Levén, pero no podemos negar la belleza que alcanza el combo con la formación actual. Hay muy pocas bandas que les puedan hacer sombra a Therion, en directo… y en estudio.