TALESIEN

No es sencillo poder degustar grandes noches de Rock en directo por tierras gallegas, esa es la triste realidad, por eso cuando surge una de esas contadas ocasiones, uno no puede ni debe, aslvo causa mayor, ausentarse de tal evento. Así fue, la pasada noche del 13 de Febrero los coruñeses Tálesien hacían una nueva parada de su “Melancolía -Tour” para continuar con la presentación de sus nuevos temas, antes de marcharse a conquistar territorio español, y de paso para dejarnos una vez más un gran sabor de boca con su propuesta y su actitud en vivo.

Era la segunda vez que los veía desde que a finales del ya extincto 2008 editaran su nuevo CD, y su show no distó mucho del ofrecido un mes antes en la capital coruñesa. Eso sí, los temas nuevos sonaron mucho más cuajados si cabe, y tanto el sonido como la puesta en escena fue notablemente superior, causa motivada por la propia sonoridad del local, terreno en el que la sala carballesa venció por goleada a la mítica MardiGras coruñesa.

En torno a la media noche y ante, aproximadamente, un centenar de personas, la banda saltó a escena con la garra y entrega habituales, iniciando, después de sonar la intro pregrabadade rigor, con la powermetalera “Nada Es Eterno” y su exquisito riff. Desde el inicio el sonido fue bestial, con las guitarras muy presentes, con mucha espesura, y con la batería de Julio Valladares ganando día a día protagonismo. La voz sonó también clara y nítida, sin “apagones”, algo fría al comienzo y con algún que otro problemilla en los agudos y los giros, pero que a medida que Javier fue calentando, acabó fluyendo poderosa y muy eficiente. El siguiente en caer fue el recuperado “Reflections In The Mirror”, de su anterior “The Blind Carpenter” más brillante que nunca y tan solvente como siempre, y donde el respetable acabó coreando con la banda, una y otra vez, el pegadizo estribillo. La banda rodaba sola, perfectamente engrasada y engarzada, destacando sobre manera y emergiendo como protagonista el gran Oscar Ínsua a las guitarras solistas. Todo hay que decirlo, la banda ha ganado muchísimo empaque y caché con la llegada de “Jumpin»” a las guitarras, y ya no sólo eso, si no que su presencia y participación en los coros es pletórica y completamente esencial en vivo, con esa voz fresca y sagaz que escupen sus pulmones. Así, poco a poco, fueron cayendo todos los temas de “Melancolía”, tan sólo quedándose fuera el instrumental “Libélulas”, además de rescatar de su anterior larga duración, el anteriormente mencionado “Reflections In The Mirror”, “Dream Master” y “The Blind Carpenter”. Repito, el concierto fue redondo, sin altibajos, con la banda al 100%, con la ilusión y el tesón de siempre. Aún así, me atrevería a resaltar en negrita algún que otro momento, como fueron por ejemplo “Vivo y Muero”, espectacular, rotunda, con un juego de armonías y melodías de guitarra excelentes, además de la interpretación sublime de Javier a las voces, y el público completamente entregado, “Si Vuelves a Llorar” con dedicación incluida a Josetxo, su antiguo guitarra solista, presente entre el público, o, por poner otro ejemplo, “In Demons”, retirándose a descansar Javi en las voces, dando un paso adelante Ínsua desde el ala derecha y liderando el sensacional corte instrumental, aderezado por sus incursiones guturales, además del gran fin de fiesta con “Samarcanda”, uno de los momentos estelares de su último álbum, con ese toque épico brutal, con las guitarras en plena efervescencia,y la invitación al  público a tararear la melodía previa al estribillo. Sensacional.

Resumiendo, noche vibrante, emotiva y que nos dejó muy buen sabor de boca a todos. La banda suena más convincente que nunca, demostrando el evidente gran momento de forma que están atravesando y dejando claro que es muy difícil buscarle algún “pero” a su nueva propuesta. Gran noche, en serio.