Es curioso… No hace mucho éramos poco más de 150 personas viendo a Stratovarius en la sala 2 de las Razzmatazz. Esta vez llenábamos hasta más de la mitad de la sala. A veces el mundo del metal es algo ilógico, pero el caso es que Stratovarius volvían otra vez a la Ciudad Condal, y esta vez con unos teloneros de lujo: Amaranthe. Estoy seguro que el efecto Amaranthe fue una de las claves para que este concierto gozara de tanta gente. Y es que esta banda suena fresca y apunta un futuro más que prometedor. No puedo decir lo mismo de Atratovarius, la verdad. Era la vigésimo-segunda vez que les veía sobre un escenario, y puede que para un servidor sea la peor de todas. A pesar de que a muchos su nuevo disco les ha llegado a convencer, muchos de los temas me suenan a refrito, y hasta me cuesta reconocer a Stratovarius sobre escena. Sólo quedan Kotipelto y Johansson de la formación clásica. Una pena…

No pudimos ver a los prometedores Seven Kingdoms, pero la gente que los vio salió muy contenta. También quedaron encantados con la propuesta de Amaranthe. Y es que no es muy habitual ver a una agrupación con tres cantantes. Jake E a las voces limpias, Elize Ryd a las femieninas y Andreas Solverström a las rasgadas-guturales. Sus dos discos hasta la fecha han pegado muy fuerte en Escandinavia y su material es accesible y atractivo. Posee la base metal pero un poco se acerca al gran público. Evidentemente fue “Amaranthine” el corte que ya en la recta final consiguió el delirio entre el público. Y es que la combinación de la tríada de voces le da un toque exquisito a la propuesta. Gran equilibrio entre los discos “Amaranthe” y “Nexus” y hasta 17 cortes en directo. Me atrevo a decir que fueron más aplaudidos que los mismísimos Stratovarius. Composiciones como “Invencible”, My Transition” e “Infinity” conquistan tanto en disco como en directo. Los músicos demosrtaron muy buenas maneras y remataron en los bises con las potentes “Automatic” y “Hunger”, ambas de “Amaranthe”. Nos dejaron claro que pronto harán gira en solitario como cabezas de cartel y que estarán en todos los festivales europeos.

El setlist fue corto debido a que comparten cartel con Amaranthe, pero tampoco la selección de los temas fue la querida por todos los fans. Hasta seis temas de “Nemesis” es confiar mucho con tu nueva obra, caso que no sucedió con la anterior. Estaba cantado que sería “Abadon” la encargada de abrir. El grupo estuvo muy enchufado, sin apenas fisuras. Buen sonido y muchas ganas entre el gentío. Cuando sonó “Speed of Light”, volvimos muchos un par de décadas atrás. Que gran disco fue el “Episode”… Técnicamente Matias Kupiainen no le tiene nada que envidiar a Tolkki, pero somos muchos los que añoramos al gigantón finés, aún con sus empanadas mentales incabables. Tampoco Rolf Pilve es Jörg Michael, pero Lauri Porra sí que hace años que se ha ganado el puesto. “Halcyon Days” si que reverdece un poco los buenos momentos pasados, pero cuando suena “Eternity”, que se quiten todas las composiciones nuevas. La sorpresa de la noche. Uno de sus mejores medios tiempos que han grabado nunca. Otra estelar fue “Destiny”, de esa gran obra que llegó a reventar el Razz 1 junto a Rhapsody.

El combo sigue poseyendo toda su pegada y velocidad y Kotipelto es un cantante privilegiado, así como el genial y loco Jens Johansson. Pero cuando tras “Dragons” atacas un solo de batería… la cosa decae. Más que nada porque estamos hablando de un set reducido y la gente tiene ganas de clásicos. “Eagleheart” siempre fue para mi un tema algo sobrevalorado, pero siempre resulta bienvenido. El solo de Johansson siempre es interesante, pero contribuyó a volver a desinflar la cosa. “Fantasy” precedió a la colosal “Black Diamond”, con esa preciosa obertura con clavicordio. Ya en los bises cayeron dos de los mejores temas de “Nemesis”: “If the Story Is Over”, más delicada y elegante, luego la preciosa y speedica “Unbreakable”. Con ese teclado de aires modernillos que domina a lo largo de toda su última obra. Se despidieron con la siempre resultona “Hunting High and Low”. Muy coreada, pero dejando a la gente con muchas ganas de más. Concierto corto, algo descafeinado y con unos Stratovarius a los que sólo les queda el chasis. Siguen siendo Kotipelto y Johansson dos piezas claves, pero es una lástima que no sigan quienes llevaron la banda a la cumbre. Eso sí… apuntad el nombre de Amaranthe.

Texto: Jordi "Zelig" Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:-

Asistentes:350

Día:05/04/2013

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Teloneros:SEVEN KINGDOMS

Puntuación:7